Hubo una acción armada desde el exterior, con disparos de ametralladoras contra la guardia del penal de Piñero; en medio de la conmoción, al menos ocho reclusos del área que lidera René Ungaro cortaron los alambrados perimetrales y se evadieron
Rosario. En una acción externa con ametralladoras, un grupo narco atacó el penal Nº11 de Piñero, ubicado a 20 kilómetros de Rosario, donde habrían logrado fugarse ocho internos del pabellón 14. En los enfrentamientos que se produjeron en el perímetro de la cárcel murió un interno, según confirmaron a LA NACION fuentes del Servicio Penitenciario.
El ataque a la cárcel ocurrió entre las 17 y las 17.20, cuando un grupo comando -que se habría movilizado en tres vehículos- atacó con “armas largas” a los guardias del penal, según señaló a LA NACION el subsecretario de Asuntos Penitenciarios, Walter Gálvez.
El ataque generó una conmoción en la cárcel. Y un grupo de internos del pabellón 14 logró romper los alambrados del perímetro y escapar. En ese pabellón se encuentran alojados integrantes de la banda que lidera René Ungaro, un jefe narco que está aliado al clan de los Funes, una organización que fue condenada por homicidios y ataques sicarios.
En los enfrentamientos habría fallecido uno de los atacantes que disparó contra los guardias, confirmaron fuentes del Servicio Penitenciario. La fuga de los presos del pabellón 14 generó un efecto contagio dentro del penal, por lo que internos de otros pabellones también intentaron escapar. La situación aún no estaba controlada en el penal, donde fueron trasladados efectivos del Grupo de Operaciones Especiales Penitenciario (GOEP).
“Por lo que sabemos el grupo que llegó del exterior disparó contra los guardias que estaban en las garitas y cortó el alambrado para facilitarle a los internos salir de manera rápida”, contó una fuente del Servicio Penitenciario, que reveló que los evadidos pertenecen al pabellón Nº14, donde están internos de “alto perfil”. En ese lugar de detención están alojados miembros de la banda de Ungaro, quien cumple una condena a 13 años por el asesinato del exjefe de la barra brava de Newell’s Roberto Caminos. En mayo pasado sumó otra sentencia a siete años de prisión como jefe de una asociación ilícita, que integraba Alan Funes.
El pabellón Nº14 donde habitan presos alineados con Ungaro estaba liderado por Claudio Mansilla, alias Morocho, de 38 años, acusado por un doble asesinato en 2018. Este preso figura en la nómina de los evadidos, junto con Alejandro Candia, un interno que es la tercera vez que huye de una cárcel en los últimos cinco años.
Mansilla debía ser trasladado este lunes a las 7.30 al Centro de Justicia Penal de Rosario para participar del juicio que enfrenta por los homicidios de Leonel Bubacar y Kevin Neri, ocurrido en el 23 de setiembre de 2018. El fiscal había pedido 25 años de cárcel para Mansilla, que no será parte de la audiencia porque se encuentra prófugo.
Según fuentes del Servicio Penitenciario, luego de que comenzaron a escucharse los disparos empezaron a producirse incidentes en varias áreas de la prisión. Los módulos que se amotinaron fueron los A y F, y en medio de la conmoción los internos del pabellón 14 emprendieron la fuga.
Antes de que cerraran todos los pabellones, ante el alerta del ataque externo, los reclusos del 14 lograron acceder al patio y trepar los alambrados para saltarlos. En ese instante, según varios testimonios, los agentes del SP que estaban apostados en las garitas enfrentaban el ataque desde fuera del perímetro del penal.
Desde sus lugares de detención, decenas de internos veían por las ventanas cómo un grupo se evadía, lo que generó intentos de motines en otros módulos, aprovechando el desconcierto para sumarse a la fuga. Voceros del SP señalaron que solo consiguió huir este grupo de ocho presos del pabellón Nº14.
En el ataque desde el exterior de la cárcel habrían participado tres vehículos que esta noche eran buscados por los caminos rurales aledaños al penal, que se encuentra ubicado en la ruta 14. Fuentes judiciales señalaron que la policía secuestró cerca de las 20 un auto abandonado junto a un descampado; podría tratarse de uno de los que usaron los atacantes.
Antecedentes
El 17 de mayo pasado se fugaron dos presos del pabellón Nº13, cuyo jefe también es Ungaro. Los internos Hugo Peralta y Carlos D’Ángelo salieron escondidos dentro de cajas en dos carritos que trasladaban dos mujeres, una de ellas embarazada.
En los últimos seis años se produjeron 19 fugas de las tres prisiones más importantes de la provincia, como Las Flores, Coronda y Piñero. Peralta y D’Ángelo protagonizaron la tercera evasión en dos años. Estos dos internos ya vivieron esa adrenalina de escaparse el 8 de mayo de 2019, cuando lograron huir junto con otros siete internos del colectivo que los trasladaba al penal de Coronda por la autopista Santa Fe-Rosario. En esa oportunidad también huyó Candia, que este domingo se escapó de Piñero.
Este tipo de ataques, como el que se produjo en Piñero, no tiene muchos antecedentes en Argentina. Hubo un intento parecido en agosto de 2018 cuando se encendió una alerta en Misiones. El grupo Bala Na Cara, aliado a Primer Comando Capital (PCC), intentó copar el penal de Oberá, en esa provincia, para rescatar a Vanderlei Vando Lopes y a su hermano Rudinei, detenidos el 29 de diciembre de 2017 en el paraje El Soberbio, fronterizo con Brasil, con un arsenal de fusiles FAL, municiones de alto calibre y explosivos plásticos.