Según la magistratura de Roma se falsificaron miles de papeletas en 2018 en Buenos Aires en favor del empresario ítalo-argentino Adriano Cario, cuya banca en la Cámara alta ahora está bajo la lupa y se ha vuelto una papa caliente.
Crece en el Senado de Italia un escándalo relacionado con la elección fraudulenta de un senador que representa a italianos residentes en la Argentina, que amenaza con terminar de deslegitimar al ya cuestionado voto de los italianos en el exterior. Se trata del empresario de origen calabrés, nacido en Uruguay y residente en la Argentina, Adriano Cario, que en 2018, en el marco de las últimas elecciones políticas generales italianas, resultó electo como senador por la USEI (Unione Sudamericana Emigrati Italiani).
Entonces, la elección de Cario fue impugnada por el exdiputado ítalo-brasileño Fabio Porta, del Partido Democrático (PD), que también corría por una banca en el Senado italiano, pero quedó afuera. Y que desde entonces denuncia a la USEI por haber cometido “el mayor fraude electoral de la historia de la República”.
El caso volvió a estar sobre el tapete ahora, casi cuatro años más tarde, porque el 9 de noviembre pasado, en lo que resultó un escándalo institucional, un comité del Senado que investigó el tema, pese a que una pericia de la magistratura de Roma certificó que, efectivamente, hubo fraude, inexplicablemente “salvó” a Cario. Y, en una decisión que dejó a todo el mundo boquiabierto y causó indignación, confirmó la validez de su elección.
Se espera ahora que se pronuncie el Senado y revierta esta decisión que, si bien al principio pasó desapercibida, en los últimos días tuvo creciente repercusión en diarios, radios y programas de televisión italianos, que no ocultaron su indignación.
Tal como destacó el diario La Repubblica, en efecto, la magistratura de Roma certificó con una pericia técnica que miles de papeletas fueron falsificadas groseramente: en Buenos Aires, una misma mano escribió varias veces el nombre de Cario, que resulta calcado, como indicaron peritos caligráficos.
“Hemos demostrado que más de 15.000 papeletas con el nombre de Cario de 13 de 32 secciones de Buenos Aires son sospechosas”, dijo a LA NACION Porta, que recordó que perdió frente a Cario por 9500 votos. Porta incluso adelantó que los resultados del peritaje de la magistratura de Roma serán transmitidos a la justicia de la Argentina, el país donde se cometió el delito, donde también se iniciará una causa penal.
“No hablamos de 50 o 100 votos, sino que hablamos de 10.000, 20.000 votos, es algo muy grave, inquietante. Lamentablemente no estamos dando una imagen muy linda de los italianos en el exterior y especialmente de Buenos Aires, donde ocurrió el fraude”, comentó Porta, de 58 años. “Por eso el voto que tendrá lugar en el Senado a principios de diciembre, que será secreto, es más que importante. Espero que con el voto de todos los senadores se pueda dar vuelta esta decisión que, de ratificarse, sería muy grave institucionalmente porque legitimaría el fraude y llevaría a muchos a pensar que es mejor eliminar el voto de los italianos en el exterior”, agregó.
“Circunscripción exterior”
Gracias a una ley votada en diciembre de 2001 después de años de debates, desde 2006 los cerca de 6 millones de italianos residentes en el exterior están habilitados a votar -por correo- para elegir a 12 diputados y 6 senadores de la denominda “circunscripción exterior”. Esta se divide en cuatro grandes reparticiones geográficas: Europa (que incluye la Federación Rusa y Turquía); América Septentrional y Central; América del Sur; y Africa-Asia- Oceania-Antártida.
Debido a la reducción del número de parlamentarios votada en 2019, en la próxima elección América del Sur pasará a elegir dos diputados en lugar de cuatro y un senador en lugar de dos.
Si el Senado decidiera en la votación de diciembre dar vuelta la decisión del comité que investigó el caso Cario -convertido en una verdadera papa caliente- el legislador ítalo-argentino perderá su banca, que será devuelta a su “legítimo dueño”, Porta.
“El problema no es que yo pase a tener una banca de senador por lo poco que queda de esta legislatura [que concluye en marzo de 2023], sino las próximas elecciones: si el Senado no diera una señal de legalidad, todo el mundo pasaría a cometer fraude en el exterior y sería un desastre”, advirtió Porta, evidentemente preocupado.
“Lamentablemente los italianos en el exterior y especialmente de Buenos Aires, con todo este escándalo no están dando una imagen muy linda. Y lo mejor para que el Senado salga bien de este embrollo es que, si bien hubo delitos, puedan corregirse las cosas y los responsables puedan ser castigados, porque lo que ocurrió nos deja a todos mal parados y no es verdad que todos los italianos residentes en el exterior son así. Y quien cometió estos hechos tendrá miedo de repetirlos”, indicó Porta, sociólogo que tiene sobre sus espaldas dos mandatos como diputado, que admitió que no es la primera vez que se habla de irregularidades en el voto de la circunscripción América del Sur.
Si bien fue electo con la USEI, Cario, de 49 años, pasó luego a estar en el MAIE (Movimiento Asociativo de los Italianos en el Exterior). El legislador, que casi no habla italiano, saltó a la fama en febrero pasado, en plena crisis del gobierno de Giuseppe Conte, porque pasó a integrar el denominado grupo de senadores “responsables” que intentó, en vano, mantener con vida el ejecutivo del abogado.
Las malas lenguas creen que fue justamente para devolverle este favor que Conte -actual líder del Movimiento Cinco Estrellas- habría dado órdenes de “salvar” al senador Cario en el comité a cargo de la investigación de su presuntamente fraudulenta elección, pese a las pruebas.
En medio del escándalo, un grupo de italianos residentes en el exterior, indignado con el asunto, en una petición en la plataforma Change.org lanzó un llamado a la legalidad del voto y por la “dignidad de los italianos residentes en el mundo”.
“Está en juego nuestra democracia, el respeto de la ley y la imagen de Italia en el mundo”, señalaron.