Con túnica blanca y mascarilla, Eftyxia Vardas lidera a un ejército de bioquímicos y virólogos en el laboratorio sudafricano de Johannesburgo que detectó por primera vez ómicron, la variante del coronavirus que ha desatado el pánico mundial.
Esta reputada viróloga cuenta que todo comenzó cuando los científicos se sorprendieron al no hallar uno de los tres genes que se identifican en los casos de coronavirus.
“Enviamos nuestras muestras y nuestros datos a las agencias nacionales, el Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles y a la Plataforma de Innovación que está a la vanguardia en la investigación del genoma. Después, hablaron con otros especialistas de otros países que también estaban observando lo mismo. Y así fue el descubrimiento de ómicron”, explica Etfyxia Vardas, jefa del Departamento de Virología del laboratorio Lancet.
Ómicron, que ha destronado a la variante Delta, parece tener una tasa de reinfección más alta, pero provoca síntomas más leves, ha afirmado la Organización Mundial de la Salud.
Al equipo científico le llevó una semana acumular una cantidad suficiente de muestras que presentasen tal anomalía. Y otra semana, en la cual el laboratorio funcionó día y noche, para realizar la secuenciación.
“Vimos muy claramente que la variante Delta ha sido eliminada por ómicron en cuestión de dos semanas. Y eso es muy rápido. Así que no estamos seguros de qué es. ¿Ómicron es un virus que se puede transmitir mejor? O es porque la gente se está relajando y reuniendo de manera que se está propagando más fácilmente en ciertos grupos. Eso también puede ocurrir”, prosiguió la científica.
El pasado 25 de noviembre, el virólogo que se volvió célebre tras haber detectado a beta un año atrás, Tulio de Oliveira, confirmó en una rueda de prensa el descubrimiento de una nueva variante en Sudáfrica. Que ha sido bautizada como ómicron.
Sudáfrica es oficialmente el país del continente africano más afectado por coronavirus. Está experimentando un aumento exponencial de casos y tiene más de tres millones de infectados.
Una nueva oleada de la pandemia, que ha provocada la muerte de más de 5,2 millones de personas en el todo mundo desde que surgió en Wuhan, China, dos años atrás, es anunciada. En algunas horas, los vuelos fueron suspendidos y el mundo cerró sus puertas a Sudáfrica, informa AFP.