El subsecretario del Gobierno, Seiji Kihara, ha defendido tras los ajusticiamientos que “no es apropiado” abolir la pena de muerte en el país.
Las autoridades de Japón han ejecutado este martes a tres presos condenados por asesinato, en lo que supone los primeros ajusticiamientos en el país asiático en dos años y también los primeros desde que Fumio Kishida asumió el cargo de primer ministro en octubre, según ha anunciado el Ministerio de Justicia.
Los reos han sido identificados como Yasutaka Fujishiro, de 65 años y condenado por asesinar a siete de sus familiares en 2004; Tomoaki Takanezawa, de 54 años, y Mitsunori Onogawa, de 44, ambos sentenciados igualmente por asesinatos cometidos en 2003.
Fujushira fue condenado a muerte en mayo de 2009, una sentencia ratificada en junio de 2015 por el Tribunal Supremo. Por su parte, las condenas contra Takanezawa y Onogawa fueron confirmadas en 2005 y 2009, después de que el Supremo rechazara sus apelaciones, tal y como ha recogido la agencia japonesa de noticias Kiodo.
El subsecretario del Gobierno, Seiji Kihara, ha defendido tras los ajusticiamientos que “no es apropiado” abolir la pena de muerte en el país y ha argumentado que “siguen teniendo lugar crímenes atroces”. “Muchos japoneses piensan que la pena de muerte es inevitable en casos de crímenes extremadamente maliciosos”, ha zanjado.