El presidente y director de Innocence Proyect Argentina habló en la 99.9 sobre el fallo de casación que declaró nulo el fallo que condenaba a Marcos Bazán por el crimen de Anahí Benítez teniendo en cuenta que las pruebas presentadas no eran sólidas.
En la Argentina, también existen casos de personas que permanecen años presas siendo inocentes y gracias al Proyecto Inocencia, en muchos casos se puede llegar a corregir la situación. Hace unas horas, se dio a conocer que la Justicia anuló el fallo que condenaba a perpetua a Marcos Bazán, el hombre acusado de asesinar a Anahí Benítez en un claro ejemplo de este tipo de situaciones.
El presidente y director de Innocence Proyect Argentina, Manuel Garrido habló en la 99.9 sobre la tarea que realizan: “el trabajo que hacemos nosotros tiene que ver con la existencia de condenas cerradas y se da en todo el mundo. La justicia no es infalible y comete errores que pueden deberse a múltiples factores. Estos casos salieron a la luz cuando se aplicó la prueba de ADN en las causas. Afortunadamente en los últimos años hubo varias decisiones de la Corte Suprema que han llamado la atención de los jueces sobre la seriedad para evaluar la prueba y evitar estas cosas”.
Justamente respecto de este fallo reciente, indicó que “el trabajo del Tribunal de Casación es muy serio y se ha hecho un análisis minucioso de la decisión demostrando que era un conjunto de afirmaciones sin ningún tipo de seriedad. Se llega a Bazán por el olor de un perro y días después de que es acusado se conecta al celular de la víctima que estaba en manos de una persona a la que se lo había entregado otro sujeto, a quien se le hace un examen de ADN que coincide con las muestras que se tomaron en el cuerpo de la víctima. Esa persona, Villalba, no se lo puede juzgar por cuestiones mentales y mantuvieron la imputación contra Bazán y ayer el tribunal de Casación lo evaluó”.
A veces, se toman decisiones más para contentar a la opinión pública que basados en la evidencia que tiene la causa, lo cuál representa un problema en si mismo: “este tipo de crímenes no debe quedar impune, pero no parece serio que el estado le atribuya la responsabilidad a cualquier persona sin ningún tipo de prueba dando la apariencia de que el crimen se resuelve”.
Los problemas que conllevan este tipo de decisiones, sobre todo si no hay pruebas firmes, es que los procesos se vuelven extremadamente largos generando una situación de encierro para una persona sobre la que hay dudas de su culpabilidad: “uno de los grandes problemas de la justicia argentina en muchas provincias tiene que ver con el tiempo que se demora un caso hasta que se demuestra la inocencia. Mientras tanto la persona acusada está en prisión preventiva. En el caso de Bazán hace 4 años que está preso y ahora lo van a volver a someter a juicio, sería razonable que mientras tanto, lo dejen en libertad luego de las graves acusaciones que hizo ayer el Tribunal de Casación”.
Esto es algo que para Garrido, debe ser tenido en cuenta por la política para modificar las leyes y revisar el trabajo que realiza el poder judicial: “si los legisladores y las personas que son responsables no toman conciencia que el sistema judicial comete errores, es muy difícil mejorar hacia el futuro. Hay disciplinas que incorporan el error como una fuente de corrección y mejora del sistema como la aviación y la medicina. Pasa a ser un insumo fundamental para la mejora del sistema”.