El presidente de CICOP habló sobre la paritaria que cerraron para el 2021 que fue en disconformidad a la mayoría de los empleados. “Desde marzo del 2019 hemos tenido un aumento de más del 100% y los sueldos siguen siendo bajos”, dijo.
Los empleados estatales del área de salud, enmarcados en el CICOP han llegado a un acuerdo salarial para cerrar el 2021 y ahora esperan poder discutir cuál será la suba para el próximo año sabiendo que habrá una inflación alta nuevamente.
El Presidente de la Asociación Sindical de Profesionales de la provincia de Buenos Aires, Pablo Maciel, se refirió en la 99.9 a lo que representa el acuerdo que alcanzaron: “hemos llegado a un acuerdo que implica una negociación corta para diciembre que da un número final para el 2021 en un 54%. Es un aumento de 7.5 puntos en diciembre casi en su totalidad en el salario básico, con la expectativa de discutir a la brevedad la pauta salarial 2022. Estábamos reclamando hace 2 meses la reapertura de la paritaria sectorial”.
Los afiliados terminaron aceptando este aumento, pero no están de acuerdo con el trato que se les ha brindado durante toda la pandemia y lo siguen expresando: “en las Asambleas de los hospitales se aceptó la propuesta con un 83% de aceptación aunque la mayoría en disconformidad porque todo el sector sigue esperando un reconocimiento adecuado a la tarea que viene realizando desde que empezó la pandemia. Eso lo seguiremos reclamando porque hubo 18 meses de sobre carga laboral y sin la jerarquización de los salarios”.
Aún a casi dos años del inicio de la pandemia, los equipos de profesionales siguen teniendo faltantes de personal lo cuál agrava la cobertura del servicio mínimo e indispensable. Eso sucede porque los salarios, según Maciel, están muy atrasados: “hoy un profesional ingresa a un hospital bonaerense con un salario de 85 mil pesos sin antigüedad y sin guardia. Aquellos que suman guardia llegan a 100 mil pesos en promedio. Son muy bajos y no nos permiten competir en un sistema de salud fragmentado con el sector privado y las pre-pagas. Se nos desarman los equipos en las distintas especialidades, sobre todo las que están en crisis donde hay pocos especialistas”.
La inflación en el país no para de crecer y trae muchos problemas porque los acuerdos paritarios, aunque parecen muy importantes, retrasan el salario: “comenzamos la pandemia en marzo del año pasado de 37 mil pesos y hemos tenido un 48.1 en el 2020 y ahora un 54% para este año. Duplicamos el salario y seguimos con sueldos bajos en un contexto inflacionario donde cada tres meses tenemos que estar discutiendo el salario, se vuelve muy desgastante”.
La conclusión es que se resiente el sistema y lo termina pagando siempre el ciudadano que necesita atención: “tenemos un relevamiento de nuestro sindicato que nos indica que más del 90% tiene dos o tres trabajos, el 40% tiene 3 trabajos. La calidad de atención es muy mala y lo paga la población. Todos tenemos derecho a que nos atienda un equipo de salud que esté descansado y en plenas condiciones de desplegar su técnica y conocimiento. Eso se resuelve mejorando los salarios y discutiendo la estructura del sistema de salud”.