La mayoría conservadora del Alto Tribunal, alineada con la postura de la Administración Biden, dictamina que Dzhokhar Tsarnaev debe ser ejecutado tras el atentado de 2013.
El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha restablecido este viernes la sentencia de pena de muerte para Dzhokhar Tsarnaev, de 28 años, el terrorista del atentado en la maratón de Boston de 2013. Los seis jueces conservadores coincidieron en que el tribunal federal de apelaciones se equivocó al anular la condena impuesta a Tsarnaev por la masacre cometida junto con su hermano mayor Tamerlan, que murió durante la huida en un tiroteo con la policía. El atentado con bombas dejó tres muertos y 264 heridos. Los tres miembros progresistas del Alto Tribunal votaron en contra, a pesar de que la Administración de Joe Biden estaba a favor.
Un tribunal de apelaciones de Boston dictaminó en 2020 que el juez del juicio contra Tsarnaev, celebrado en 2015, excluyó pruebas que podrían haber demostrado que el entonces acusado de asesinato había sido radicalizado y adoctrinado por su hermano mayor, implicado en un triple asesinato en el décimo aniversario de los ataques del 11-S. El tribunal consideró que ese argumento podría haberle restado algún grado de responsabilidad en el atentado y señaló al juez por no interrogar lo suficiente a los miembros del jurado sobre cuán expuestos habían estado a la cobertura mediática del suceso que dio la vuelta al mundo.
“Dzhokhar Tsarnaev cometió crímenes atroces. No obstante, se le garantizó el derecho a la Sexta Enmienda: un juicio justo ante un jurado imparcial”, ha escrito el juez Clarence Thomas en representación de la mayoría del Supremo, compuesto por seis conversadores y tres progresistas. En la respuesta de rechazo al fallo, el juez Stephen Breyer, que dejará su cargo en julio, sostuvo: “En mi opinión, el Tribunal de Apelaciones actuó de manera legítima al sostener que el tribunal de distrito debería haber permitido que Dzhokhar presentara las pruebas”.
El Supremo no debía pronunciarse sobre la culpabilidad de Tsarnaev, sino sobre si debía ser ejecutado o encarcelado de por vida. Breyer ha pedido en su escrito que el Alto Tribunal reconsidere la pena de muerte. Biden ha dicho que se opone a la pena máxima, pero su Administración defendió la sentencia recibida por Tsarnaev.
“Felicidades a todos los que trabajaron incansablemente por la justicia”, publicó en Twitter Adrianne Haslet, una bailarina profesional que perdió una pierna en los ataques. Dic Donohue, un policía de tránsito que resultó gravemente herido en un tiroteo con los dos atacantes, tuiteó: “En resumen: no puede matar a nadie más”.
La posibilidad de que Tsarnaev sea ejecutado en el corto plazo es mínima. El Departamento de Justicia de Biden paralizó las penas de muerte federales el verano pasado después de que la Administración de Donald Trump realizara 13 ejecuciones en los últimos seis meses de su mandato, rompiendo un periodo de 17 años en el que no hubo ninguna ejecución federal.