Autoridades locales informaron que al menos 14 personas murieron (entre ellas ocho niños) y cinco están desaparecidas, debido a fuertes tormentas y deslizamientos de tierra en el estado brasileño de Río de Janeiro.
Una de las zonas más afectadas fue Paraty, una ciudad turística, colonial y costera, conocida por sus pintorescas calles empedradas y sus casas de colores. Allí, en el barrio de Ponta Negra, un alud sepultó a una madre y seis de sus hijos, de 2, 5, 8, 10, 15 y 17 años. Un séptimo niño fue rescatado con vida y se encuentra estable en el hospital. Asimismo, otras cuatro personas resultaron heridas.
Por otra parte, en la ciudad de Angra dos Reis hubo seis fallecidos más, incluidos dos nenes. Las autoridades declararon la “máxima alerta” y el estado de emergencia en el lugar, después de que aludes arrasaran el barrio de Monsuaba. Varios vecinos fueron rescatados con vida, pero aún continúan las tareas de búsqueda de cinco personas.
Por último, en Mesquita, un hombre de 38 años murió electrocutado cuando trataba de ayudar a otra persona a escapar de las inundaciones.
Las tormentas afectan a varias ciudades del estado de Río de Janeiro desde el viernes por la noche. El agua arrastró autos y provocó desprendimientos de tierra, una tragedia que cada vez es más frecuente en la temporada de lluvias, especialmente en las comunidades pobres situadas en las laderas de las montañas.
Estas precipitaciones se producen seis semanas después de que inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra mataran a 233 personas en Petrópolis, también en el mismo estado de Brasil.