El analista internacional, especialista en temas vinculados a China habló a través de la 99.9 acerca de la cuarentena que se da en Shanghai y los problemas a nivel económicos que traerá.
Shanghai está viviendo una situación particular con alrededor de 26 millones de personas que permanecen encerradas en sus hogares por los contagios de COVID-19 y los problemas de falta de alimentos que han generado verdaderas escenas desgarradoras de desesperación.
El analista internacional Patricio Giusto, especialista en temas vinculados al gigante asiático, comentó a través de la 99.9 que “hay algunas cosas que son ciertas y otras que hay que clarificar. Hay una cuarentena extrema por una política de COVID-0 a la que le agregaron el término dinámico para mostrar que va variando. Hay más de 20 mil casos por día y eso generó el cierre total. A partir de ahí, comenzaron los problemas de restricción de alimentos, muchos problemas en geriátricos que quedaron aislados con protestas que se difundieron en los medios”.
En medio aparecen videos que no tienen que ver específicamente con el encierro y se viralizan con velocidad. En ese sentido, agregó que “esa protesta que se viralizó, al parecer es una manifestación por un mal reparto de subsidios en un condominio habitacional y en el resto de la ciudad no se vio eso. La gente gritando en los edificios es cierto porque no llegan los alimentos y eso genera problemas muy serios”.
Giusto mantiene contacto con varias personas que viven en China y específicamente en Shanghai: “he hablado con conocidos tanto argentinos como chinos y hay un hartazgo muy grande. Llamativamente la mayor parte de la gente sigue apoyando esta política porque están orgullosos de ser el país con menor cantidad de muertos por habitante por COVID, pero las consecuencias son muy importantes. El hartazgo y el cansancio social va creciendo. El gobierno respondió y de los 26 millones de personas, liberaron unos 6 o 7 millones que pueden salir del edificio; de a poco irán liberándolo”.
Este encierro ha generado problemas de todo tipo y uno más oculto de la opinión pública es el económico que tendrá un impacto severo prontamente: “hay un tema tremendo con el tráfico de contenedores, eso generó una baja en los flujos del comercio global porque esto repercute en otros puertos del mundo. Los chinos estaban proyectando 5.5 de crecimiento para este año y ahora, ya saben que no se cumplirá. Eso tendrá un impacto fuerte en la economía interna y también para sus socios comerciales”, aclaró el especialista.