El Diputado Nacional habló en la 99.9 sobre el proyecto que presentó para que el país vuelva a un formato de loteo popular como se utilizaba en la década del 70.
Luego de la toma en Los Hornos y el fallo del juez Alejo Ramos Padilla, el Diputado Nacional Fabio Quetglas propuso volver a una vieja solución habitacional para nuestro país que bien se podría aplicar según lo enuncia, en la actualidad.
El propio legislador, en diálogo con la 99.9 explicó de que se trataba aquella modalidad del loteo popular: “en Argentina hay una historia de muchas décadas donde existió el loteo popular y era que un desarrollador inmobiliario que disponía de tierras le pedía permiso al gobierno municipal para subdividirlo, abrir las calles y se producían lotes. Iba a buscar a su público y le ofrecía en distintas cuotas los terrenos que eran retirados con bajas prestaciones de servicios públicos. Los trabajadores compraban su lotecitos con la expectativa de que después la zona tuviera más servicios. Eso tenía una serie de requisitos como ingresos estables, que la moneda no se devaluara y en 1975 se quebró ese modelo porque no se podía vender a 120 cuotas en una moneda que se deprecia constantemente”.
Para Quetglas esta salida es la que se debería aplicar ahora para terminar con estas tomas, en muchos casos violentas, que no terminan dando verdadera solución al problema de la falta de vivienda: “ese loteo popular es la alternativa a la anarquía territorial que estamos viviendo donde un juez de forma irresponsable emite este fallo porque dice que se iba a construir allí un plan de urbanización social, pero quizás estaba destinado a otros beneficiarios y no a los que lo tomaron. Si desde los organismos del estado se habilita el salvese quien pueda, no puede quejarse de que los resultados son un desastre. Lo del juez Ramos Padilla condensa una perspectiva de desprecio por lo público, los programas y las respuestas consistentes. Es una ideología barrabrava”.
No se queda sólo en la propuesta pública de este tipo de trabajos, sino que lo presentó como proyecto de ley en la Cámara de Diputados: “si Argentina tuviera un programa de generación de suelo urbano, lo que se hizo hasta 1975, uno le daría salida a un alto porcentaje de personas que son demandantes de este tipo de respuestas. Transformar suelo en suelo urbano, requiere mucho dinero, salvo que el fiscal los quiera apilar de una manera indigna porque no hay prestaciones de servicio”.