El abogado constitucionalista se refirió en la 99.9 a la discusión que se está dando en torno a la nueva integración del Consejo de la Magistratura y afirmó que “lo que dice la Corte se acata, pero acá como el fallo no salió como querían empiezan a tirar piedras”.
Las idas y vueltas alrededor de la resolución de la Corte Suprema de Justicia respecto de la conformación del Consejo de la Magistratura, no hacen más que demostrar como el sistema republicano en nuestro país está absolutamente desgastado.
El abogado constitucionalista Diego Armesto se refirió al tema a través de la 99.9 y señaló que “hace 20 años que nos gobierna este poder político, salvo cuando estuvo Macri y ya no nos entran balas. Lo que digan Mena, Soria, Parrilli o Cristina es siempre la misma historia. Acá si el fallo sale a favor tuyo salís a aplaudir y si sale en contra, empezás a tirar piedras. Así no funciona una república”.
Lo que dice la Corte Suprema, en cualquier país debería ser aceptado porque es la última instancia de revisión: “cuando adoptamos en la Constitución la forma representativa, republicana y federal, se habla de la división de poderes. La cabeza del Poder Judicial es la Corte Suprema de Justicia. Cuando dicta una sentencia que declara inconstitucional alguna norma, lo que está haciendo es control de constitucionalidad. Eso significa que es el último intérprete del texto de la Constitución, lo que dice la Corte se acata, pero acá como el fallo no salió como querían empiezan a tirar piedras”.
Pero el problema no queda allí, sino que Armesto destacó lo que esto luego derrama en situaciones más pequeñas y cotidianas de los argentinos: “esto da un mensaje para abajo horrible porque estamos viendo que desde la Vicepresidenta, los ministros del Ejecutivo, los senadores de la Nación y el presidente de la Cámara de Diputados que no designó los miembros que deben completar el Consejo de la Magistratura; le están tirando piedras a la Corte. Cuando te hacen una multa a un ciudadano común, puede decir que no está de acuerdo y no la va a pagar”.
El problema es como se sale de esta lógica increíble en la que ha entrado el país. Al respecto, el abogado explicó que “cuando la justicia se ponga los pantalones largos y la política entienda que es la herramienta para transformar nuestra realidad y debe discutir los temas importantes, tendremos discusiones fuertes y en serio. No tenemos que estar discutiendo todos los días temas constitucionales o poner con la política en jaque la Constitución”.
Para ello, hay muchos problemas por solucionar antes de centrarse en esta situación: “una de las características del populismo es la relación directa del líder con las masas pero en el medio destroza las instituciones. La política debería empezar a trabajar en los temas que afectan al ciudadano de a pie constantemente. El Consejo de la Magistratura es uno, pero también los DNU, la inflación, la falta de trabajo, las leyes laborales; empezar a resolver temas que ayuden a construir una sociedad más libre para vivir un poco más bajo el manto de las instituciones. Lo que tienen que hacer los políticos es leer la Constitución”, concluyó.