Natalia, como alumna que concurre al establecimiento, decidió denunciar en la 99.9 los problemas edilicios y académicos que deben atravesar en las distintas carreras que allí se dictan.
Los problemas en la educación son múltiples, sobre todo en la Provincia de Buenos Aires. Pero en la Escuela de Cerámica de Mar del Plata “Rogelio Yrurtia”, la desidia y malaintención parece ser dominante.
Una de sus alumnas, Natalia Rodríguez, contó en la 99.9 lo que les toca atravesar día a día en el establecimiento ubicado en Bolívar y Dorrego. “Hay un problema edilicio que arrastramos desde antes de la pandemia y es la instalación eléctrica. Nos impide trabajar porque también se cursan tecnicaturas superiores como esmalte sobre metales, vitral, mosaico artístico y joyería. En todas ellas utilizamos maquinarias eléctricas y se ha cortado la luz en las aulas. No podemos utilizar la maquinaria indispensable para fabricar la pasta cerámica con la que trabajan los alumnos, si enchufamos una máquina salta la luz“.
A partir de ello, una de las principales características que tenía la institución ya no la tiene más: “este año estamos sin trabajar cuando éramos una de las pocas instituciones en la provincia que fabricaba su propia pasta cerámica. Ahora están entregando bolsas de arcilla seca para que los alumnos las hidraten en sus casas y las lleven a clases para secarla en placas de yeso. Se están perdiendo horas de cursada y de clase. Hay aproximadamente unos 300 alumnos aunque algunos cursan en forma virtual”.
Ahora quieren que esos problemas eléctricos sean resueltos, pero saben que eso les significará también un tiempo sin clases cuando estuvieron dos años sin concurrir al establecimiento: “esto implicará un trabajo de tal envergadura para solucionarlo, se perderán más días de clases. Se desaprovechó un tiempo precioso de dos años de pandemia donde nadie concurría. De un taller que es de 5 horas, el otro día cursamos dos y saltó la electricidad y nos tuvimos que ir porque curso a la noche”.
Pero además de ese gran problema, tienen otro vinculado al ámbito académico: “el año pasado cesaron a dos docentes que estaban a cargo de los Espacios de Definición Institucional (EDI). Ahí se daba alfarería, moldería y dibujo asistido por computadora que son indispensables en la carrera del profesorado. El absurdo es que cuando un profesor sale de esa carrera, tiene el código para dar alfarería y nunca la vio en su carrera”.
La decisión de cesar esas horas fue de la directora del establecimiento que además no pidió en el momento que correspondía un reemplazo para esas horas perdidas y cuando lo hizo, no sólo fue tarde, sino que pidió materias que consideran innecesarias para la carrera que cursan: “esta decisión la tomó la directora actual de manera unilateral, se llama Vanesa Morales y no lo consultó con nadie porque se maneja de forma autoritaria. Ni siquiera tiene la aprobación del resto del equipo directivo. Al sacar esas asignaturas no pidió nuevos espacios y las alumnas del profesorados estamos sin clases de estos espacios. Recién chequeando la página de Secretaría de Asuntos Docentes vi que pidió el 30 de marzo recién 4 horas para esos espacios con proyectos que nada tienen que ver con la disciplina de la cerámica. Se pide educación sexual integral, cuando eso se abordó en práctica docente 1, práctica docente 2 y didáctica general; ese tema ya lo vimos”.
Como si fuera poco la forma en la que se maneja, además, ostenta dos cargos en paralelo: “la directora tiene a la vez un cargo de inspectora. Hay superposición horaria porque entre ambos cargos, se superponen las de la tarde y esta persona la estaría cumpliendo el sábado”.