El rechazo al líder libertario creció 10 puntos en el último mes. Coincide con las declaraciones sobre su apoyo a la venta de órganos.
¿Empezó el libertario Javier Milei a declinar como fenómeno político? La figura que irrumpió, básicamente, como un producto televisivo para situarse como un actor por afuera de la grieta entre el peronismo gobernante y la oposición de Juntos, parece haber entrado en cierto declive. Su ascenso meteórico habría encontrado un techo, probablemente producto de la sobreexposición tantos meses antes de las cruciales elecciones presidenciales de 2023.
Un trabajo de la consultora Zubán-Córdoba & Asociados, que realiza mensualmente un amplio estudio nacional sobre los vaivenes de la opinión publica, advierte sobre los pasos en falso de Milei, que habrían empezado a causarle mella. Aunque, en líneas generales, sigue siendo un actor de peso: este mismo sondeo habla de un electorado dividido en tercios y el libertario se quedaría con uno de ellos.
“Nuestro último estudio nacional mostró que a Milei le llegó finalmente la hora de sumarse a la casta que tanto critica, compartiendo con ellos la que es posiblemente la característica común de toda la dirigencia política argentina en estos tiempos: un diferencial negativo en su imagen personal. La negatividad sobre el dirigente liberal creció más de 10 puntos en los últimos 30 días, mientras su imagen positiva se redujo de 47% a 41%”, explica el informe.
¿Motivos de esa baja? Según Gustavo Córdoba, director de la consultora, a Milei le jugó en contra una sobre exposición en la que pifió con ciertos temas sensibles. Como la cuestión de la portación de armas (mientras en Estados Unidos se produjo una matanza en una escuela por un tirador desquiciado con acceso a ellas) o su apoyo a la existencia de un posible mercado de órganos humanos, en un mundo donde la donación se rige por el principio de la solidaridad. O sea: lo perjudicó subirse tan al centro del ring.
Por supuesto que esto es provisorio y resulta aventurado pronosticar una tendencia constante. Es, digamos, una foto del momento. Pero debería ser una luz de alerta que se encienda en el entorno del libertario que, hasta donde se sabe, no tiene un equipo profesional de campaña que lo asesore. De hecho, en la últimas horas dirigentes cercanos a Milei salieron a criticar justamente esta situación y apuntaron que el candidato sólo parece estar asesorado por su hermana.
Sin embargo, sus niveles de imagen positiva siguen siendo respetables (se reitera, 41,2 %) si se lo compara con figuras potentes como el presidente Alberto Fernández, Mauricio Macri o Cristina Kirchner, todos por debajo de ese guarismo.
En este estudio, la imagen de Milei sólo es inferior a la de opositores como Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta o Facundo Manes, ampliamente instalados. Así, el fuerte del libertario parece ser la búsqueda de la representación de ese tercio del electorado que asegura desear que en 2023 “gobierne un partido político o un frente nuevo”.
En números, el 34,3 % respondió esa opción antes citada; un 31,2% dijo que le gustaría que vuelva a gobernar Juntos por el Cambio y un 30,6% aseguró que prefiere que siga gobernando el peronismo. El 3,9% contesto “No sabe/no contesta”.
El trabajo se realizó entre el 23 y el 31 de mayo pasado, en una población general mayor a 16 años, en base a un cuestionario estructurado on line (2000 casos) y con un error de muestreo de +/- 2,19%.