El presidente de REDIMEC, una empresa radicada en Tandil que brinda soluciones tecnológicas a las Fuerzas Armadas para sus buques y aviones, habló en la 99.9 sobre el origen de la firma y como se fue desarrollando.
En la zona, hay una empresa que desde muy abajo empezó a desarrollarse hasta transformarse en proveedora de soluciones tecnológicas para buques y aviones de las Fuerzas Armadas.
Se trata de REDIMEC cuyo presidente, el Ingeniero Fabián Oyarbide, habló sobre sus inicios en la 99.9: “soy nativo de Punta Alta, estudié en la Universidad Tecnológica de Bahía Blanca donde me recibí de Ingeniero Electrónico y mientras estudiaba, trabajaba como personal civil y empecé a tener conocimiento con actividades aeronáuticas”. Allí fue cuando desembarcó en Tandil donde ahora tiene radicada su empresa: “cuando me recibí quería buscar otros destinos y llegué a Tandil a una empresa que me enseñó lo que no hay que hacer. La situación para mí era poco clara porque mi sueldo no estaba 100% en blanco, traté de conseguir otro trabajo y ahí empecé a ver que debía forjar mi futuro sin tener recursos económicos”.
No fue sencillo, pero se fue superando de a poco hasta llegar a convertirse en una empresa contratista del estado para labores muy específicas: “comencé desde cero, de prestado en una metalúrgica de Tandil donde me ofrecieron un espacio a cambio del mantenimiento de las máquinas y herramientas de sus dos plantas, pero siempre el objetivo era tratar de resolver problemas de mantenimiento aeronáutico. Cuando empecé a ver donde quería llegar, me replanteé nuevos horizontes. Después de las reparaciones, hicimos un contrato con la Fuerza Aérea que se mantuvo durante 15 años proveyendo soluciones tecnológicas de los Mirage”.
Cuando inició esa nueva faceta de su trabajo, llegó a la conclusión de que debía ampliarse cada vez más: “nos permitió ver más lejos y fuimos representantes de empresas del exterior, eso hizo que comencemos a expandir la red para, hoy por hoy, tener una sucursal en el Aeropuerto de San Fernando que tiene la actividad más importante del país en aviación ejecutiva y corporativa; representamos empresas muy grandes y hacemos modernización de cabinas tanto para usuarios civiles como comerciales”.
El camino los llevó incluso a la producción de elementos a los cuáles no se podía acceder desde nuestro país para estos aviones: “nosotros tuvimos la oportunidad de hacer ingeniería inversa, es decir que en función de lo que hace el equipo se idean métodos de prueba y reparación para que el avión vuele de forma confiable manteniendo la precisión. Incluso como no hay repuestos en muchos de estos casos, tuvimos la posibilidad de desarrollar repuestos que satisfagan el requerimiento y funcionamiento y que el equipo no sepa que es un repuesto nacional. Incluso eso lo exportamos a Paquistán que utiliza aviones Mirage también”.