Indignación en Estados Unidos por la muerte de un afroamericano acribillado a balazos por la policía.
Estas imágenes grabadas por las cámaras que llevan en el uniforme, muestran a un agente acercándose al coche de Jayland Walker.
60 heridas de bala
Era perseguido por una supuesta infracción de tráfico en la localidad de Akron, Ohio, el pasado lunes. Según los agentes, Walker disparó desde su vehículo.
Fue objeto de esta ráfaga de balazos cuando el joven, de 25 años, paró el coché y echó a correr. En ese momento iba desarmado.
Luego el joven de 25 años, paró el coche y echó a correr hacia un aparcamiento. Se ha confirmado que iba desarmado cuando recibió una ráfaga de disparos.
En su cuerpo se encontraron sesenta heridas de bala. Y en su coche, una pistola, una revista y un anillo de boda.
“Jayand no era un monstruo, era mi cliente”
“En la grabación de una de las cámaras se puede escuchar a un agente diciendo que todavía tenía pulso”, explicaba este domingo el jefe de policía de Akron Steve Mylett. “Cuando los policías se preparaban para llevarlo rápidamente al hospital, llegaron al lugar los médicos de los bomberos, se encargaron de los auxilios pero, desgraciadamente, el señor Walker falleció allí”.
“Por esto estamos aquí”, decía enseñando una foto de Walker, el abogado de su familia Bobby DiCello. “Por eso ha hablado el jefe hoy. Y por eso os estoy hablando yo. Su nombre es Jayland y no es un monstruo, es mi cliente”.
Una protesta pide justicia
Centenares de personas se manifestaron en Akron este domingo pidiendo “justicia para Jayland”, mientras las autoridades llamaban a la calma.
Los ocho agentes implicados —siete blancos y un negro— han sido suspendidos temporalmente . Alegan que lo consideraron una amenaza mortal.
Se encontró un casquillo coincidente con el arma en la zona donde los agentes dijeron que la víctima había disparado.
Según su abogado, Jayland estaba de duelo por la reciente muerte de su novia.