La semana pasada se difundió un video en el que el chico de 8 años era golpeado por sus compañeros de colegio en el partido de San Martín. Su madre difundió su historia y ahora sus hijos no tienen colegio adónde ir.
“Estoy desesperada, esto es injusto”, afirma del otro lado del teléfono Gisele, con la voz quebrada por la angustia. Ella es la mamá de Jonás, un nene de ocho años que tiene autismo, cuya historia cobró protagonismo la semana pasada en redes sociales y medios de comunicación por un hecho brutal: Jonás era víctima de bullying por parte de sus compañeros de colegio, quienes lo golpearon salvajemente en el recreo.
Sin embargo, la denuncia le jugó en contra: desde ese entonces sus hijos se quedaron sin escolaridad hasta el día de hoy.
“Todavía no desaparecen los moretones de las piernas de Jonás por las patadas que recibió. Durante el día llora, está nervioso y le duele la panza a tal punto de no querer comer”, detalla su mamá en diálogo exclusivo con A24.com.
Tras denunciar el caso de bullying, la mujer cuenta que recibió amenazas para que “me callara” si es que pretendía conseguir una vacante, a esta altura del año, en algún colegio privado del partido de San Martín. La advertencia, según denunció, llegó nada menos que desde la Junta de Educación Católica en San Martín y Tres de Febrero (JuREC).
Jonás y su hermana Marian (13), quien filmó el momento de la agresión durante el recreo, están desde el martes de la semana sin clases. Ambos asistían al Instituto Juan Manuel Estrada, del distrito mencionado.
No quisieron volver allí después de lo sucedido y, lejos de recibir contención por parte de las autoridades, los dos se quedaron sin escolaridad. Para peor, se les cerraron las puertas de otros colegios, como en el caso de Nuestra Señora de Luján de Villa Ballester.
Por la denuncia, les niegan la vacante a Jonás y a su hermana
“La escuela no desea incorporar un problema semejante. Teníamos todo para la incorporación de Jonás y su hermana. Pensábamos en hacer los trámites internamente para que la mamá no se moleste. Y aparece esto tan agraviante (en alusión a la denuncia)”, indicó Stella Maris Dolina por WhatsApp a una periodista que luego le pasó el mensaje a la madre. La mujer, según Gisele, está vinculada a la Junta de Educación Católica en San Martín y Tres de Febrero (JuREC).
Con la condición de llamarse a “silencio”, Gisele contó que, a regañadientes, Dolina le ofreció una reunión para ayer, lunes. Sin embargo, la madre de Jonás no pudo asistir porque su hijo “estaba descompuesto” y “no tiene con quien dejarlo”.
Pese a los intentos de reprogramar un nuevo en encuentro, las autoridades aún no le dieron ninguna solución. Mientras tanto, sus hijos continúan sin recibir educación.