Incertidumbre tras la huida del presidente en medio de una ola de protestas

Un día después de haber irrumpido y obligado al presidente Gotabaya Rajapaksa a refugiarse en un buque militar y a anunciar su renuncia para esta semana, una multitud se niega a dejar el palacio presidencial en protesta por la crisis económica y la escasez de alimentos básicos que azota al país.

Manifestantes que exigen la dimisión inmediata del presidente de Sri Lanka se negaban este domingo a dejar el palacio presidencial, un día después de haber irrumpido y obligado al mandatario a refugiarse en un buque militar y a anunciar su renuncia para esta semana.

Los hechos fueron la culminación de una ola de protestas en la isla ubicada frente a la costa sur de India y sumida en una crisis económica y política sin precedentes, que los manifestantes atribuyen a la gestión del presidente Gotabaya Rajapaksa.

Cientos de miles de personas se congregaron en la capital, Colombo, para exigir que Rajapaksa asuma su responsabilidad por la escasez de medicinas, comida y combustible que llevaron al colapso la economía de un país relativamente próspero.

Estados Unidos dijo este domingo que el bloqueo a las exportaciones de granos de Ucrania impuesto por Rusia puede haber contribuido a los disturbios en Sri Lanka y expresó su temor de que esto pueda generar otras crisis.

“Estamos viendo el impacto de esta agresión rusa en todos lados. Puede haber contribuido a la situación en Sri Lanka, estamos preocupados por las implicaciones en todo el mundo”, afirmó el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.

En Colombo, manifestantes que seguían ocupando el palacio presidencial afirmaron que este domingo no se irán hasta que Rajapaksa salga del poder de forma efectiva.

“Nuestra lucha no ha concluido”, dijo a la prensa el líder estudiantil Lahiru Weerasekara.

“No nos vamos a rendir en nuestra lucha hasta que él se vaya de verdad”, agregó.

Tras irrumpir en el palacio presidencial, que data de la era colonial, la multitud recorrió las ostentosas habitaciones, algunos saltaron a la piscina y revisaron el armario y las pertenencias de Rajapaksa.

Las tropas dispararon al aire para permitir que el mandatario escapara y luego Rajapaksa abordó un buque de la armada que lo llevó fuera de la isla.

Desde allí, el mandatario de 73 años se ha aferrado al poder, pese a la ola de violencia que dejó varios muertos en mayo y que obligó a renunciar a su hermano Mahinda Rajapaksa, que ejercía como primer ministro.

Pero finalmente Gotabaya Rajapaksa tiró la toalla.

Por la noche, el presidente del Parlamento anunció por televisión que, “para garantizar una transición pacífica, el presidente dijo que presentaría su renuncia el 13 de julio”.

El despacho de Rajapaksa situado en la línea costera también fue tomado por los manifestantes, y otro grupo prendió fuego a la residencia del primer ministro, Ranil Wickremesinghe, pese a que éste también anunció su renuncia.

Imágenes publicadas en redes sociales muestran a una turba aplaudiendo el incendio, que se produjo poco después de que las fuerzas de seguridad atacaran a varios periodistas.

Más temprano, las fuerzas de seguridad intentaron dispersar a las inmensas multitudes congregadas en el distrito administrativo, lo que generó disturbios.

El principal hospital de Colombo informó que recibió 105 heridos el sábado y que 55 seguían ingresados este domingo.

Entre los pacientes admitidos hay siete periodistas heridos.

“Hay una persona que todavía sigue muy grave tras recibir un impacto de bala”, dijo la portavoz, Pushpa Soysa, a la agencia de noticias AFP.

Poco después de la medianoche, el general Shavendra Silva, hizo un llamado a la calma.

“Existe una oportunidad para resolver la situación de crisis de una forma pacífica y que sea constitucional”, dijo Silva en un breve discurso en la televisión.

Una fuente de defensa informó que Rajapaksa llegará a la base naval de Trincomalee en el noreste de la isla durante la jornada del domingo.

Además de achacar en parte la crisis a la invasión rusa de Ucrania, Estados Unidos urgió a los líderes de Sri Lanka a actuar “rápidamente” para buscar soluciones a largo plazo.

Que sea “el Parlamento de Sri Lanka quien aborde esta coyuntura, con un compromiso hacia lo que es mejor para el país y no para un determinado partido político”, señaló un vocero del Departamento de Estado.

Sri Lanka lleva meses soportando la escasez de alimentos básicos, cortes de luz y una inflación desatada, después de que el país agotara sus reservas de divisas que son necesarias para las importaciones.

El Gobierno declaró una moratoria de su deuda por 51.000 millones de dólares y busca un préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI).