El gerontólogo indicó en la 99.9 que se están viendo más casos donde hay maltratos hacia el adulto mayor, pero todavía queda mucho que hacer para ofrecerles un mejor presente.
Las situaciones de violencia contra los adultos mayores suelen verse en lo cotidiano como pocas veces ha sucedido anteriormente y es un tema que permite tomar conciencia de esa situación que atraviesan los ancianos.
El gerontólogo Diego Bernardini se refirió al tema en la 99.9 indicando que “mas que una expansión en la violencia contra adultos mayores, tenemos una visibilización. Se empieza a hacer público el maltrato. Estadísticamente, por cada caso que se denuncia y se identifica, se calcula que hay 20 que permanecen invisibilizados”, dijo.
Históricamente hubo culturas que protegieron a las personas de cierta edad y eran citados como ejemplos, pero esos paradigmas también están cambiando a nivel mundial: “en 2012 China modificó por ley la piedad filial, ese respeto y empatía por los adultos mayores producto de un fenómeno global porque los jóvenes, en búsqueda de oportunidades, dejan el medio rural y abandonan a los padres. Al día de hoy, un padre que denuncia a un hijo en ese país por abandono, el hijo es pasible de ir a prisión carcelaria”.
En todo el mundo, los ancianos viven más años por las facilidades que termina aportando la ciencia y eso genera necesidades muy distintas: “estamos viviendo una sociedad de nueva longevidad donde las personas no sólo viven más, sino que deciden vivir diferente. Eso nos permite hacer cosas que nuestros padres y abuelos no podían hacer. Se requieren necesidades y servicios que empiezan a conocerse como “economía plateada”, los están viendo como una oportunidad económica cuando no es así. Se trata de una persona selecta al momento de consumir y el riesgo es que los subestimemos como personas que tienen dinero y no saben que hacer con él”.
Argentina, como en tantos otros aspectos, tiene todavía muchas deudas con los adultos mayores y se debe tomar conciencia que esa franja etaria está en crecimiento: “somos un país que está en una transición demográfica avanzada, cada vez tendremos más adultos mayores y seguirá creciendo. Esto nos tiene que permitir prepararnos. El hecho positivo, es que en términos de protección social, casi todos reciben una jubilación pero debemos preocuparnos en que no caiga el poder adquisitivo”, algo que sucede mes a mes en nuestro país.
Por último, Bernardini destacó que debe existir una organización estatal mucho más eficiente porque en la actualidad hay muchas entidades pero que no brindan respuesta alguna a las necesidades de los adultos mayores: “no puede ser que en la política pública de la persona mayor esté el PAMI, ANSES, el Ministerio de Salud; todo atomizado. No hay que hacer más cosas, sino hacer mejor las cosas. Históricamente estas instituciones que deberían proveer salud, cada una va por su carril y tenemos una pérdida de efectividad brutal”.