El abogado de Usina de Justicia indicó que son muy frecuentes los robos a ancianos con tortura y que debería ser un agravante para la justicia.
La violencia contra ancianos en distintos robos, es una constante. En algunos casos se llega a extremos de tortura que no deben ser tolerables y que además, deben tener en la consideración jurídica un tratamiento distinto.
Eso propuso a través de la 99.9 el abogado Fernando Soto, integrante de Usina de Justicia: “es increíble que no haya diferenciación agravada de un robo a una persona con posibilidades de defenderse a un anciano que no tiene esa posibilidad. Hay una situación de vulnerabilidad especial y no lo sancionan de manera distinta. Tenemos muchos casos de abuelos, gente que trabajó toda su vida y son torturados por ladrones desaprensivos. Los han quemado con planchas calientes, por ejemplo”.
Como abogado está interviniendo en el caso del jubilado que mató a uno de los ladrones que estaba robandolo durante la pandemia y ahí se dio otro caso sobre el que dio detalles: “el jubilado se defendió después de 3 robos en la misma noche y cuando le querían clavar un destornillador en el ojo. Cuando se defendió, mató a un ladrón en su casa pero va a juicio el año que viene. Los que lo robaron, salen en dos meses, todos tenían antecedentes y uno de ellos debería haber estado en prisión cuando cometió ese nuevo delito, pero lo liberaron por si se contagiaba de COVID”.
El dato que completa un panorama inverosímil de la articulación entre la política y la justicia, es que recientemente salió una licitación para comprar televisores destinados a los penales para que los presos puedan ver el Mundial: “ahora el gobierno va a comprar televisores modernos para que los presos puedan ver el Mundial. Hay gente que no tiene televisor en su casa y el gobierno beneficia a los presos. Cuando alguien va preso, hacen todo lo posible para que el preso no cumpla con la pena, es increíble, para que alguien cumpla la condena se tienen que alinear todos los planetas”, indicó.