Cada vez son más las personas mayores de 50 años en Reino Unido que viven en un departamento o casa compartida por el aumento del precio de los alquileres.
Según el mayor sitio en internet de alquileres compartidos en el país -SpareRoom-, desde 2011 ha habido un incremento de 239% en personas de entre 55 y 64 años que buscan un lugar compartido para vivir, mientras que el aumento ha sido de 114% para el grupo etario de entre 45 y 54 años.
No obstante, la mayoría de personas que busca este tipo de vivienda tiene entre 25 y 34 años.
Casa para 13
Karen Miles, una mujer de 66 años, se mudó hace 5 a un casa con 13 personas para ahorrar dinero.
Antes vivía en un departamento de dos ambientes en las afueras de la ciudad de Eastbourne, en el sureste de Inglaterra, pero comenzó a tener dificultades para pagar el alquiler y las cuentas.
Sus compañeros de vivienda tienen edades que van desde los 20 hasta los 50 años.
Si bien se lleva bien con todos, no tienden a socializar juntos y Karen, que trabaja a tiempo parcial como ama de llaves, dice que compartir con personas más jóvenes puede resultar problemático.
Anteriormente tuvo problemas con algunos compañeros de piso que eran ruidosos y la cocina y el baño compartidos pueden ensuciarse rápidamente.
Sin embargo, reconoce que vivir con otra gente también tiene sus beneficios, como el tener alguien cerca para conversar.
“Si me mudara a algún lugar por mi cuenta creo que probablemente me sentiría un poco sola”, le dice a la BBC.
Inquilinos “de por vida”
Karen ha tratado de buscar un piso de una habitación para alquilar, pero con el aumento de los precios ha tenido problemas para encontrar algo asequible.
También le gustaría compartir con amigos, pero dice que puede ser difícil para las personas mayores encontrar a alguien de la misma edad con quien alquilar.
“Mis amigas tienen esposos y familia, así que es difícil”, le explica a la BBC.
El director de comunicaciones de SpareRoom, Matt Hutchinson, dice que la razón principal por la que más personas mayores compartían la casa era la asequibilidad.
Según le dijo a BBC News, el aumento en el costo de alquilar y comprar una casa significaba que más personas compartían por más tiempo y se convertían en “inquilinos de por vida”, mientras que las personas que habían terminado relaciones largas y originalmente podrían haber comprado o alquilado un apartamento de una habitación ahora ya no podían hacerlo.
Hutchinson cree que la tendencia continuará ya que la vivienda y otros costos aumentaran aún más.
Sarah Coles, analista de finanzas personales de la empresa financiera Hargreaves Lansdown, dice que las cifras oficiales también sugieren que los inquilinos están envejeciendo.
Y añadió que las cifras de la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) sugieren que la crisis del costo de vida la sienten más los inquilinos que los propietarios, ya que gastan una mayor proporción de sus ingresos en vivienda.
Estigma
Además de las dificultades de encontrar a otras personas de edad similar para compartir casa, muchos sufren por el hecho de que todavía existe un estigma asociado al hecho de vivir en un sitio compartido a partir de cierta edad.
Susan Laybourn, una mujer de 58 años que se mudó a una vivienda compartida para ahorrar dinero en marzo de 2020, dice que al principio se sentía “casi avergonzada” por no poder afrontar un alquiler sola.
“Ahora lo he aceptado y trato de ver lo que tiene de positivo, más que lo negativo”, dice.