La salida de Pete Arredondo culmina una investigación de tres meses en la que ha pesado el hecho de que los agentes que intervinieron tardaron una hora y cuarto en abatir al asaltante.
La Junta Escolar de la ciudad de Texas ha despedido este miércoles al jefe de la Policía, Pete Arredondo, por su fallida respuesta al tiroteo en la escuela de educación primaria de Uvalde el pasado 24 de mayo en el que fueron asesinados 21 personas, entre ellas 19 niños.
La salida de Arredondo culmina una investigación de tres meses en la que ha pesado el hecho de que los agentes que intervinieron tardaron casi una hora y cuarto en abatir al asaltante desde que ingresaron dentro en la escuela. La destitución ha sido votada por unanimidad en un auditorio de padres y supervivientes de aquella masacre, una de las más mortíferas que se ha producido en las aulas estadounidenses en toda su historia.
Antes de la votación, la junta escolar ha celebrado una reunión especial en la que no ha estado presente Arredondo, cuyo abogado, George Hyde, ha denunciado en un comunicado que ha estado recibiendo en los últimos meses amenazas de muerte.
El pasado mes, un comité especial de la Cámara de Representantes de Texas publicó un informe en el que evidenciaba la “atrozmente mala” gestión de las fuerzas de seguridad de Uvalde, con Arredondo sin asumir sus funciones como principal responsable de operaciones sobre el terreno.
Antes de ser despedido, el Distrito Escolar Independiente Consolidado de Uvalde ya le suspendió de su puesto como jefe de la Policía Escolar y poco después él mismo renunció a su cargo como concejal en el Ayuntamiento de esa localidad texana, puesto que había asumido apenas una semana antes de que se diera el tiroteo.
Los agentes tardaron 77 minutos desde que llegaron al lugar hasta que entraron en el colegio y abatieron al asaltante, Salvador Rolando Ramos, un joven de 18 años que había estudiado en el centro. Este retraso contrasta con el protocolo para incidentes con tirador activo que insta a neutralizar de inmediato cualquier amenaza incluso aunque haya menores en el lugar.
Los propios menores llamaron al teléfono de emergencias desde dentro del colegio pidiendo ayuda. Arredondo lleva casi 30 años trabajando como policía, pero no ha explicado públicamente los detalles de su actuación. En una entrevista con el ‘Texas Tribune’ afirmó, sin embargo, que no considera que fuera el oficial al mando en el lugar de los hechos.