Al derretirse, glaciares tropicales peruanos dejan como secuela el surgimiento de nuevas lagunas y ello conlleva riesgos, dicen autoridades.
Perú reportó que en su territorio se han formado unas 3.000 nuevas lagunas por el derretimiento de glaciares a consecuencia de la crisis climática,de las cuales, unas 500 están consideradas como un riesgo, por el peligro de desbordes, informó el Ministerio del Ambiente (Minam) en un comunicado.
Al respecto, la viceministra de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales, Yamina Silva, remarcó que el derretimiento de los glaciares “puede generar un riesgo para las poblaciones que viven en las partes bajas, porque se están originando nuevas lagunas con potencial peligrosidad”.
Silva, quien participó en la actividad de cierre del proyecto internacional “Lagunas de origen glaciar en el Perú: evolución, peligros e impactos del cambio climático-GLOP”, destacó que este estudio ha generado evidencias científicas “de importancia estratégica” para la gestión de riesgo de desastres desde un enfoque ambiental en el país andino.
Perú alberga más de 2.600 glaciares, que representan alrededor del 70 % de los glaciares tropicales del mundo, y que están experimentando una rápida desglaciación por la crisis climática, lo que produce numerosas lagunas de gran volumen, muchas de las cuales son represadas por depósitos naturales y son potencialmente inestables, según reportó el Minam en 2020.
En julio de ese mismo año, la Autoridad Nacional del Agua (ANA) señaló que el calentamiento global ha provocado que Perú pierda el 51 % de su superficie glaciar en los últimos 50 años, por tratarse de “ecosistemas altamente sensibles al cambio climático”.
El reporte indicó que en Perú había más de 8.000 lagunas en 18 cordilleras y que numerosos nevados emblemáticos, como el Pastoruri, ubicado a 5.200 metros en la región norteña de Áncash, habían sido afectados, ya que en este caso su superficie con nieve retrocedió en más de 650 metros entre 1980 y el 2019.