La presidenta del Club Político Argentino brindó su análisis en la 99.9 sobre el tema abordado en la película “Argentina, 1985” y brindó algunos datos de contexto para comprender lo que estaba pasando en aquellos años.
El estreno de la película “Argentina, 1985” removió recuerdos y trajo a la actualidad un momento muy importante de la historia del país como el Juicio a la Junta Militar. En ese contexto, aquellos que fueron contemporáneo de esos tiempos, pueden aportar un contexto completamente distinto.
La actual presidenta del Club Político Argentino, Graciela Fernández Meijide que en esos tiempos fue una de las defensoras más férreas de los Derechos Humanos, dio su visión sobre lo que expresa el film como tal y lo hizo en la 99.9: “como película me pareció que está muy bien hecha. No pude dejar de notar, por razones obvias, las cosas que faltan y las que fueron expuestas que no fueron tal como se exponen. Hay que tener dos consideraciones, la primera y básica es que no pretende ser documental, es una película que toma un hecho visagra en nuestra historia y pone todo el énfasis en el fiscal, un funcionario que estaba destinado a seguir su carrera tranquilo y se enfrenta de golpe con un desafío brutal”.
Por otro lado, agregó que “está dirigida a mucho público, no sólo al argentino porque está destinado a darse en distintos países. No todos conocen esta historia, estos personajes y la CONADEP. Lo que impacta es el mensaje de que se puede hacer justicia aún con gente poderosa y que conserva poder al momento que se hace el juicio”.
Para Fernández Meijide, el trabajo de la CONADEP fue fundamental para que luego el propio fiscal contara con elementos en los cuáles cimentar su trabajo: “Strassera se apoyó en los testimonios y las causas que la CONADEP dejó en distintos tribunales antes de terminar sus funciones. Si hubiera tenido que empezar de cero, le hubiera llevado mucho más tiempo, más gente y mucho apoyo. De hecho lo tuvo de algunos organismos de Derechos Humanos como la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos que le dio un gran apoyo”.
Eran tiempos turbulentos y muy difíciles donde la elección de Ricardo Alfonsín como presidente fue un paso clave para que el juicio se pudiera llevar adelante. En ese sentido, la ex Diputada indicó que “hay que contar que la sociedad argentina cuando tuvo que votar entre dos opciones, eligió a quienes ofrecían una república democrática con división de poderes y además ofrecía investigación y juicio a los crímenes de estado”.
Del otro lado, había un candidato dispuesto a convalidar la autoamnistía que se había dado el propio gobierno militar, algo que podría haber cambiado definitivamente la historia argentina: “Luder seguía la línea que habían tenido siempre ante los golpes militares. Desde 1930 hasta el 1976 hubo 6 golpes y siempre se había amnistiado después. Hasta fue convalidado por las Cortes Supremas correspondientes. Luder seguía esa tradición cuando aceptó la autoamnistía de los militares. Ahí Alfonsín supo interpretar que la sociedad no quería más militares en el poder. A eso hay que sumarle Malvinas que fue uno de esos brutos errores que nos contaron más vidas de jóvenes y nos trajo la democracia”.