El candidato a presidente del comité local de la UCR explicó los motivos que los impulsaron a presentar una lista opositora a la actual conducción del mismo.
«Nosotros tenemos una visión distinta de cómo debería ser el comité, tanto puertas adentro como puertas afuera», explicó Curado al respecto de por qué presentaron una lista opositora a la conducción actual de la UCR en Mar del Plata, cuyo referente político principal es Maximiliano Abad. «Nosotros vimos durante mucho tiempo un comité poco participativo, donde las decisiones las toman tres o cuatro, incluso cuando se está hablando de las alianzas locales», continuó.
Curado aseguró que su propuesta es sumar, y no romper. Que quieren mantener las alianzas, pero desde una posición de mayor protagonismo, controvirtiendo con los otros miembros de Juntos por el Cambio si hace falta, en contraste con lo que entiende que es la actitud actual, de acompañar todas las acciones del PRO. «Queremos construir una agenda propia del radicalismo para Mar del Plata», asegura.
La lista que encabeza Walter Curado ha sido fuertemente cuestionada por el apoyo que recibe de un sector de la CTA en el que se destaca especialmente la figura de Cristian Echeverría, quien ha protagonizado varios escándalos en la política local en los últimos años, signados por sus actitudes violentas: tanto el concejal Roberto «Chucho» Páez, como la actual secretaria de Desarrollo Social de la comuna, Vilma Baragiola, han tenido encontronazos con él que llegaron a la tapa de los medios. Además, Echeverría estuvo investigado en 2019 por el robo de donaciones mediante el armado de ONGs ficticias, hechos por los que nunca se lo condenó.
Ante una publicación en este mismo medio en donde se hacía referencia a esto, Walter Curado publicó un tweet en el que calificaba la información como un «apriete».
Cuestionado al respecto, dijo: «Yo te quiero dejar en claro, porque no tengo nada que ocultar: los amigos de la CTA responden a una estructura a la cual yo pertenezco, que viene de parte de Gustavo Posse. Trabajamos en los barrios a través de ellos, y no hay ningún síntoma que lleve a pensar que puede haber alguna situación de violencia».