La policía en China ha estado deteniendo a un número de personas a causa de las protestas contra el gobierno que se han extendido por varias de sus grandes ciudades. Las manifestaciones presentan un desafío sin precedentes contra el presidente Xi Jinping.
Las protestas que se iniciaron contra las restricciones por la covid en China a raíz de un incendio que mató a 10 personas en un bloque de apartamentos en Urumqi, capital de la región autónoma uigur de Xinjiang, se extendieron este domingo a la capital, Pekín, y en Shanghái.
Cientos de personas se manifestaron sosteniendo hojas de papel en blanco en una protesta silenciosa, mientras que otros pidieron públicamente la renuncia del líder chino Xi Jinping.
Pero en la mañana del lunes las calles de Shanghái parecen haberse quedado en silencio, con imágenes que muestran la actividad normal del tráfico.
No obstante, la policía en Shanghái detuvo a varias personas en el lugar, donde el único recordatorio de las manifestaciones el fin de semana parecen ser las filas de barricadas azules.
Las protestas
El sábado miles de personas salieron a las calles de Shanghái para recordar a las víctimas y manifestarse contra las restricciones. Muchos exigían la renuncia del presidente Xi Jinping.
En vez de disminuir, las manifestaciones alcanzaron la capital, donde centenares de personas se concentraron en las riberas de un rio, cantando el himno nacional y escuchando discursos.
Más temprano, en la prestigiosa universidad de Tsinghua, decenas de personas realizaron una marcha pacífica y también entonaron el himno nacional, de acuerdo con fotos y videos publicados en redes sociales.
También se registraron protestas en la ciudad de Chendu (suroccidente) y en las más centrales urbes de Xi’an y Wuhan, donde se originó la pandemia de covid hace casi tres años.
Stephen McDonell, corresponsal de la BBC en China, dijo que las autoridades de ese país parecen haber “subestimado drásticamente el descontento con la estrategia de cero covid, una política que está inextricablemente vinculada a Xi Jinping, quien hace poco prometió que no se modificaría”
“Xi Jinping, renuncia”
La policía ha permitido en general que la gente se manifieste, pero en Shanghái la BBC vio al menos a tres personas que fueron llevadas en coches de la policía.
Muchos señalan el confinamiento en los edificios como la causa de las muertes en el incendio en Urumqi.
Si bien las autoridades chinas niegan que esa haya sido la causa, los funcionarios de la ciudad emitieron una disculpa inusual el viernes por la noche y se comprometieron a “restaurar el orden” eliminando gradualmente las restricciones.
En la protesta en Shanghái, la ciudad más grande de China y centro financiero mundial, se vio a algunas personas encendiendo velas y dejando flores para las víctimas.
Otros gritaban consignas como “Xi Jinping, renuncia” y “Partido Comunista, renuncia”. Algunos también sostenían pancartas en blanco.
Esta clase de demandas son algo inusual dentro de China, donde cualquier crítica directa al gobierno y al presidente puede resultar en duras sanciones.
Un manifestante le dijo a la BBC que se sintió “conmocionado y emocionado” de ver a la gente en las calles, y dijo que era la primera vez que veía una disidencia a gran escala en China.
Dijo también que los encierros lo habían hecho sentir “triste, enojado y desesperanzado”, y lo habían dejado incapaz de ver a su madre enferma, que estaba en medio de un tratamiento contra el cáncer.
Otra manifestante le explicó a la BBC que a los policías se les preguntó cómo se sentían acerca de las protestas y la respuesta fue “igual que tú”. Pero, dijo, “usan sus uniformes, así que están haciendo su trabajo”.
Otros relataron hechos de violencia, y un manifestante le dijo a la agencia de noticias AP que uno de sus amigos había sido golpeado por la policía en el lugar, mientras que otros dos habían sido rociados con gas pimienta.
Presencia policial
Aunque la situación en Shanghái se había calmado el domingo por la mañana, la BBC vio una mayor presencia policial en el área de la protesta, con varias decenas de policías, guardias de seguridad privados y policías vestidos de civil en las calles.
En otros lugares, en varias universidades chinas, aparecieron en internet fotos y videos de estudiantes que también protestaban el sábado por la noche. La multitud más grande parecía estar en la Universidad de Comunicaciones de Nanjing.
Los videos de las protestas son difíciles de verificar de forma independiente, pero muchos de ellos muestran una crítica inusualmente explícita y abierta al gobierno y su líder.