Tras los ataques de las tropas del Krelim, el presidente ucraniano Volodimir Zelensky aseguró que su país no perdonará a Moscú y que aquellos que ordenaron estas incursiones no se beneficiarán de ningún indulto
El ejército ruso atacó varias ciudades de Ucrania antes de la celebración del Año Nuevo, especialmente en Kiev, donde después de la medianoche también se registraron varias explosiones.
Apenas media hora después de empezar 2023, varias detonaciones sacudieron dos distritos de la capital ucraniana, informó el alcalde Vitali Klitschko en Telegram y añadió que hasta el momento no se han registrado víctimas.
Poco antes, en su discurso de fin de año, el presidente ucraniano Volodimir Zelensky aseguró que su país luchará hasta alcanzar la “victoria”: “Combatimos y seguiremos combatiendo. Para hacer realidad esta palabra: la victoria”, expresó.
El mismo día, su homólogo ruso, Vladimir Putin, había dicho que “la justeza moral” está de parte de Rusia.
Casi en paralelo a ese discurso, periodistas de la agencia de noticias AFP escucharon al menos 11 explosiones en Kiev, que se preparó para celebrar el Año Nuevo a pesar de los más de diez meses de guerra.
Según el gobierno municipal de la capital, 22 resultaron heridas por estos ataques, que arrancaron la fachada del hotel Alfavito, en el centro de Kiev, dejando escombros por la calle, según la AFP.
Las aceras cercanas estaban cubiertas de cristales de ventanas reventadas, incluidas las del Palacio Nacional de las Artes.
El cineasta Yaroslav Mutenko, de 23 años, vecino del barrio, dijo que se estaba duchando antes de ir a una fiesta de Nochevieja cuando oyó una explosión. El último bombardeo ruso no le quitó las ganas de ir.
“Nuestros enemigos, los rusos, pueden destruir nuestra calma, pero no pueden destruir nuestro espíritu. Este año es importante tener gente cerca”, afirmó.
Tras los bombardeos, Zelensky aseguró que “Ucrania no perdonará” a Rusia y dijo que “aquellos que ordenaron estos ataques, aquellos que los ejecutaron, no se beneficiarán de ningún indulto”.
Misiles de crucero
En el resto de Ucrania, los ataques rusos causaron destrozos e incendios en Mikolaiv, en el sur, donde al menos seis personas resultaron heridas, y en Jmelnitski, en el oeste, donde cuatro personas resultaron heridas.
Según el jefe del Estado Mayor ucraniano, Valerii Zaluzhnyi, las fuerzas rusas dispararon 20 misiles de crucero, 12 de los cuales fueron derribados por la defensa antiaérea.
Tras varios reveses militares en el frente, Rusia ha optado desde octubre por la táctica de bombardear las infraestructuras ucranianas, lo que provoca cortes masivos de electricidad y agua.
Este mismo sábado, en su mensaje de Año Nuevo retransmitido por la televisión, Vladimir Putin aseguró que la “justeza moral e histórica” estaban “del lado” de su país.
“Hoy luchamos por ello, protegiendo a nuestro pueblo en nuestros propios territorios históricos, en las nuevas entidades constituyentes de la Federación Rusa”, afirmó.
Rusia aseguró en septiembre haberse anexionado cuatro territorios ucranianos que controla al menos parcialmente, siguiendo el patrón de su anexión de la península de Crimea en marzo de 2014.
Debilitar a Rusia
El presidente ruso también denunció la “verdadera guerra de sanciones que nos ha sido declarada” por los occidentales.
“Los que la lanzaron esperaban la destrucción total de nuestra industria, de nuestras finanzas y de nuestros transportes. Eso no ocurrió”, aseguró.
Además acusó a Estados Unidos y Europa de “usar cínicamente a Ucrania y su pueblo para debilitar y dividir a Rusia”.
“Occidente mentía sobre la paz y se preparaba para la agresión. Y hoy no se avergüenza de admitirlo, a plena luz del día”, declaró el jefe de Estado ruso.
Putin condecoró al comandante de las fuerzas rusas en Ucrania, Serguéi Surovikin, y brindó con champán con soldados de uniforme, según las imágenes de la televisión pública.
Poco antes del discurso de Putin, su ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, prometió a sus soldados una victoria “inevitable” en Ucrania.
Su ministerio anunció el sábado la toma de la pequeña aldea de Dorojnianka, en la región de Zaporizhzhia, en el sur de Ucrania, una de las pocas conquistas reivindicadas ya que hay pocos cambios en las posiciones por el invierno.
También informó de un nuevo intercambio de prisioneros con Ucrania, que supuso la devolución de 82 militares rusos.