El ministro de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, anunció esta tarde que se tomará una licencia tras la filtración de sus chats de Telegram, situación que lo dejó muy complicado, debido al contenido de los mismos, y por los que recibió fuertes acusaciones. Los duros cuestionamientos llegaron en principio desde el oficialismo, pero con el correr de los días crecieron las críticas internas, que finalmente derivaron en la salida de su cargo, al menos de forma transitoria.
Puertas para adentro, el pedido de licencia del funcionario porteño dejó conformes a todos, tanto al entorno de Horacio Rodríguez Larreta, que presionaba desde hace días para forzar su salida, como a aquellos integrantes del arco opositor que por mantener una relación de muchos años con D’Alessandro pensaban que el paso de los días podía hacer diluir el escándalo, aunque finalmente terminaron entendiendo que lo mejor era una decisión como esta, para descomprimir.
La realidad es que D’Alessandro apenas pudo sostenerse un puñado de días como ministro luego de conocerse la filtración de los chats -que no fue la primera- producto del robo de la línea telefónica que sufrió en octubre del año pasado.
Así fue que en los primeros días de diciembre se conocieron conversaciones de un chat grupal de Telegram al que pertenecía D’Alessandro. En aquella oportunidad se trataba de conversaciones vinculadas a un viaje que el ministro porteño hizo a Lago Escondido y que derivó en una denuncia por los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público y admisión de dádivas.
Más tarde, el jueves 30 de ese mismo mes, se filtraron más chats del celular de D’Alessandro, aunque en esta oportunidad no se trató de un grupo, sino de conversaciones con distintas personas, entre ellas con Silvio Robles, vocero del presidente de la Corte, Horacio Rosatti; con Silvia Majdalani, ex número dos de la AFI, y con Marcelo Violante, titular de Dakota, empresa de acarreo contratada por la Ciudad de Buenos Aires.
Los rumores del pedido de licencia empezaron a crecer durante la tarde de este martes y se terminó haciendo oficial durante la presentación del Mapa del Delito 2022, una conferencia que ya estaba pautada de antemano, y que se sabía iba a contar con la presencia de D’Alessandro, del jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, y de Waldo Wolff, flamante Secretario de Asuntos Públicos. Los primeros minutos estuvieron dedicados a presentar el informe. De eso hablaron Miguel y D’Alessandro, hasta que este ensayó un discurso para referirse a su situación personal.
“No estoy renunciando, me estoy tomando una licencia temporaria, a los efectos de poder ordenar una poco la situación”, explicó D’Alessandro, aunque su mensaje sonó a despedida. En la misma línea que había elegido durante las entrevistas que brindó en los últimos días, el ahora saliente ministro dijo ser víctima de “una operación infame de grupos de tareas que realizan inteligencia sobre las personas”, al tiempo que reiteró que los chats “no son reales”, sino que se trata de “un montaje”. Según su versión, el kirchnerismo estaría detrás de esta operación.
D’Alessandro dijo además que necesita “ordenar cuestiones familiares” y alejarse de la función pública para “preparar la defensa de cómo desarticular estas operaciones infames a las que pretenden someternos”. Sobre el cierre del acto, Miguel retomó la palabra para aclarar que “todo el equipo de la Ciudad apoya y respeta la decisión” de D’Alessandro y para informar que mientras dure la licencia no se nombrará a nadie, “justamente porque es una licencia transitoria”. “Yo voy a tomar la conducción del equipo”, cerró Miguel.
En cuanto a apoyos públicos, D’Alessandro le agradeció a Elisa Carrió, quien más temprano escribió en redes sociales un mensaje de respaldo al ministro de Seguridad, acompañado por críticas a Rodríguez Larreta por “no sostenerlo”.
Justamente el propio Larreta emitió un comunicado para pronunciarse sobre la cuestión. Lo hizo casi una hora después de terminado el mensaje del saliente ministro. El jefe de gobierno porteño aseguró que todo se trató de “una nueva operación” del kirchnerismo “que recurre a la manipulación de la información y al espionaje ilegal para atacar, perseguir y desprestigiar”.
En el escrito, Larreta utilizó los mismos argumentos que D’Alessandro, al hablar de que “hubo un hackeo, un robo de una línea telefónica, y con lo que se obtuvo se produjo un montaje con información manipulada, violando completamente el derecho a la intimidad”.
“Yo confío en Marcelo D’Alessandro y valoro y apoyo el trabajo que viene haciendo al frente del Ministerio. Y valoro también su decisión de tomar una licencia mientras pone a disposición toda la información para desenmascarar esta operación del kirchnerismo”, agregó Larreta, quien durante los días anteriores se había mantenido en silencio sobre las acusaciones contra su ministro.
Los chats que forzaron la salida
Las conversaciones que provocaron más críticas desde el Frente de Todos fueron aquellos que mantuvo D’Alessandro con Silvio Robles, vocero y director general de la vocalía de Horacio Rosatti. Justamente estos diálogos se dieron en medio de varios conflictos que mantienen el oficialismo y la oposición, como son la disputa por las bancas en el Consejo de la Magistratura y la pelea por la Coparticipación. De hecho, tras conocerse el cercano vínculo entre el hombre de Rodríguez Larreta y la mano derecha del presidente de la Corte, Alberto Fernández impulsó junto a un grupo de gobernadores el juicio político de todos los miembros del máximo tribunal.
Los chats con Robles están fechados en noviembre pasado y, entre otras cosas, el vocero de Rosatti le da argumentos para cómo encarar con éxito la pelea judicial por las bancas en la Magistratura.
“En 5 te paso letra para que vos lo muevas”, le dice Robles, para acto seguido enviarle al funcionario de la ciudad de Buenos Aires un largo texto, con un punteo de argumentos por los que Cristina Kirchner no podría nombrar a Martín Doñate como representante del oficialismo. Doñate, de Unidad Ciudadana, mantiene una disputa con el cordobés Luis Juez, senador del PRO, quien reclama para sí la banca en el Consejo de la Magistratura.
Además, Robles le sugirió a D’Alessandro que Juntos por el Cambio debería continuar con la discusión en la Justicia para obtener el lugar que disputa con el FdT en la Magistratura. Por ahora ese litigio judicial no prosperó, ya que esta semana fue rechazado un amparo presentado por Juez contra la división del bloque oficialista, maniobra que el kirchnerismo utilizó para ganar la banca.
Al respecto, el vocero del presidente de la Corte le explicó al hombre de Larreta lo que deberían hacer para tener éxito: “Contencioso o pueden ir a la Corte considerando que hay que ejecutar la sentencia. Pero todo depende de quién (puede ser Juez o alguien que sea considerado parte). Tienen dos opciones: o demandan donde está el expediente (que está en Corte o Contencioso) o nueva demanda en el Contencioso”.
Además, el vocero de Rosatti y D’Alessandro hacen referencia al “fallo Robles”. Así habrían bautizado los interlocutores al fallo de la Corte que se conocería más tarde -el pasado 21 de diciembre- y que terminaría inclinando la balanza a favor de la ciudad de Buenos Aires en la disputa con la Casa Rosada por la coparticipación.
En la misma filtración de los chats, que subieron subidos a un sitio de internet, había una comparte con el nombre “Violante”. Se trata de Marcelo Violante, el empresario que maneja Dakota, la concesionaria de las grúas y las playas de estacionamiento de Buenos Aires. En este caso,se trata de intercambios que tuvo con D’Alessandro en 2019 y 2020.
En uno de los cruces, Violante le pregunta a D’Alessandro si le “da para proponerle negocios a Horacio”,en supuesta referencia a Rodríguez Larreta. Frente al interrogante, D’Alessandro responde de manera afirmativa. En otro chat, el empresario de Dakota habla de “juntar verdes” y de supuestos sobres con dinero.
También también hay intercambios de Telegram entre D’Alessandro y Majdalani, ex subdirectora de la Agencia Federal de Inteligencia, coordinando distintas acciones. Entre otras cosas, Majdalani, que llama “pendex” al ministro porteño, le sugiere “no poner el cuerpito cuando pasan las balas”.