Una comisión independiente a la que la Iglesia católica portuguesa encargó investigar violencias sexuales cometidas por el clero contra menores desde 1950 publica sus conclusiones tras recabar cientos de testimonios.
El informe de la comisión fue presentado a la prensa poco antes del mediodía y el presidente de la conferencia episcopal portuguesa, el obispo de Leiria-Fatima José Ornelas, tiene previsto reaccionar antes de que termine el día.
El número total de víctimas es “mucho mayor”
La comisión, integrada por seis expertos liderados desde hace más de un año por el psiquiatra infantil Pedro Strecht, recopiló más de 500 testimonios, que “nos permiten llegar a una red de víctimas mucho mayor, calculada en un número mínimo de 4.815 víctimas”, dijo Strecht, en la presentación de su informe final en Lisboa.
Los hechos denunciados revelaban “situaciones graves que persistieron durante décadas, que se hacen más evidentes cuanto más se retrocede en el tiempo y que, en algunos lugares, adquirieron proporciones verdaderamente endémicas”, concluyó el equipo en octubre, durante un primer balance.
La mayoría de los crímenes denunciados han prescrito, pero unas veinte acusaciones fueron transmitidas a las autoridades judiciales, que abrieron investigaciones.
“Ignorada” por las autoridades eclesiásticas
Es el caso de Alexandra, el segundo nombre de una mujer de 43 años que prefiere permanecer en el anonimato y fue violada por un sacerdote cuando se preparaba para la vida de monja a los 17 años. “Es muy difícil hablar del tema en Portugal”, un país en el que el 80 por ciento de la población se define como católica, explica esta madre de familia, que trabaja como auxiliar de cocina.
“Llevaba muchos años guardando este secreto, pero sentía que era cada vez más difícil gestionar eso sola”, cuenta durante una entrevista telefónica con la agencia de noticias AFP. Alexandra añade que se sintió “ignorada” porque tras denunciar a su agresor ante las autoridades eclesiásticas, solo mandaron una queja al Vaticano, que no ha respondido.
“Reconocer los errores del pasado” y “pedir perdón”
Tres años más tarde, los expertos de la comisión independiente ofrecieron escucharla y proporcionarle un apoyo psicológico. En abril, el cardenal-patriarca de Lisboa y máximo prelado de la Iglesia portuguesa, Manuel Clemente, se declaró dispuesto a “reconocer los errores del pasado” y a “pedir perdón” a las víctimas.
El papa Francisco viajará a la capital portuguesa en agosto para las jornadas mundiales de la juventud y podría reunirse con las víctimas, indicó recientemente el arzobispo auxiliar de Lisboa, Américo Aguiar.
La promesa de Francisco
En 2019, Francisco prometió luchar contra de la pedofilia en el seno de la Iglesia, después de que salieron a la luz miles de casos de abusos cometidos por miembros del clero. Varios países han publicado informes para arrojar luz sobre el fenómeno, entre ellos Francia, Irlanda, Alemania, Australia o Países Bajos.
Los obispos portugueses se reunirán a inicio de marzo para sacar conclusiones del informe y “erradicar en la medida de lo posible esta lacra de la vida de la Iglesia”, declaró en enero el secretario de la conferencia episcopal, el padre Manuel Barbosa.
Mientras tanto, Alexandra ve el trabajo de la comisión como un “buen inicio” para los que buscan “romper el muro” de silencio que los rodeó durante tanto tiempo.