El economista planteó en un artículo la necesidad de conocer que medidas adoptarían en caso de ser gobierno los potenciales candidatos a presidente, pero advirtió que “faltan propuestas”.
En un año electoral, lo más usual sería escuchar propuestas para un futuro gobierno. Sin embargo, los potenciales candidatos no están generando en la opinión pública esa discusión. El economista Eduardo Jacobs habló en la 99.9 sobre un artículo que publicó donde se indican preguntas que hay que hacer a quienes se proponen ser el futuro de la política.
“Falta un poco de propuestas, de hablar en serio sobre qué hacer en esta situación. Parece que no se puede hablar de nada porque tiene mala prensa. La sensación es que quieren llegar a la Presidencia pero no sabemos lo que están pensando”, reflexionó sobre el motivo de su artículo.
Los ejes básicos de una campaña no son abordados y simplemente hay respuestas internas a otros potenciales candidatos, pero no se dan detalles de un plan de gobierno: “hay cuestiones centrales que ameritan una discusión como educación, salud y seguridad. Se habla de ellos con mucha liviandad cuando tienen una complejidad mayúscula. En el tema educación, la responsabilidad es Provincial y deberíamos saber que piensan hacer para controlar a las provincias. Se debe hablar de la reconstrucción del estado en términos del superávit con el que hay que trabajar y como se llegará a eso. Requiere de un trabajo y un equipo que debería estar en la mesa de discusiones para que uno vote convencido a un candidato”.
Su artículo tuvo mucha repercusión, pero no en el sector al que estaba apuntado que era la clase política con aspiraciones presidenciales: “todavía no hubo respuesta porque no escuchan, nadie se siente aludido. Asistimos a un problema brutal en la provincia de Buenos Aires por ejemplo que es el ocultamiento de información. No se sabe absolutamente nada”.
Aunque parezca increíble, los políticos no dan soluciones a los problemas cotidianos de las personas y eso es una dificultad latente: “la sensación que uno tiene es que hay dos niveles: el común de la gente y los dirigentes que están en lugares de poder que no escuchan ni ven lo que pasa alrededor. Les cuesta mucho abordar los temas y trabajarlos. Así es muy complicado y terminamos naturalizando un 6% de inflación en un mes que es una tragedia, una máquina de generar pobres”.