A una semana de iniciadas las llamas, las Fuerzas Armadas del régimen siguen trabajando en la extinción de los focos. Las condiciones climáticas adversas empeoran la situación.
El incendio forestal desatado una semana atrás en Cuba aún no ha podido ser controlado, según indicaron este sábado autoridades de la isla. Las llamas en el este del país ya han avanzado sobre unas 1.300 hectáreas de bosque de pino cubensis y casuarina, y pastizales, que han quedado completamente dañados.
Para extinguir los focos, las autoridades han dispuesto el apoyo de aviones dromedarios (M-18) -pertenecientes a la Empresa Nacional de Servicios Aéreos- que se suman a los cerca de 400 efectivos de las Fuerzas Armadas, los guardaparques, bomberos y campesinos que, desde el último sábado, trabajan a contrarreloj en la región de Mayarí, en Holguín, a unos 800 kilómetros al este de La Habana.
El episodio ha derivado, asimismo, en el traslado de 18 personas a “centros hospitalarios”, aunque no se reportaron víctimas fatales, según indicó el periodista de Radio Mayarí, Emilio Rodríguez.
Además de ésta, se vieron afectadas las comunidades cercanas de Vivero Dos, Pueblo Nuevo y La Mensura, por su cercanía a los fuegos, que se vieron avivados por la temporada seca y los fuertes vientos.
El fuego avanza rápido en Loma de la Mensura, el Área Protegida Mensura-Piloto, y en una región de Santiago de Cuba, según agregó el Ministerio del Interior (Minint) del régimen cubano. Esta Área tiene una extensión de más de 8.480 hectáreas y es considerada una de las de mayor biodiversidad del país dado que allí abundan especies de flora y fauna endémica, por lo que las llamas representan una seria amenaza.
Minint señaló, en ese sentido, que “se mantiene el alto volumen de material combustible, con estrés de la vegetación a partir de que en lugar no se registran precipitaciones desde hace más de cuatro meses”.
En redes sociales e, inclusive, en la televisión local se han difundido imágenes de las llamas y el humo así como de los bomberos tratando de sofocarlas.
Los incendios en Cuba, sin embargo, no son una novedad. Hace tan sólo unas semanas se había reportado otro incendio forestal que dejó severos daños en más de 1.000 hectáreas de bosque en el municipio de Mayarí, también en un área montañosa de Holguín.
Guardabosques de Cuba difundieron un informe a principios de mes en el que se expuso que hubo más de 80 incendios forestales en todo el país sólo en enero. De todas formas, esto coincide con el inicio de la temporada seca en la isla -que abarca desde el 1 de enero hasta el 31 de mayo- y, en el 87% de los casos- las llamas fueron extinguidas antes de alcanzar las cinco hectáreas, detalla el documento.
Las provincias más afectadas por estos incidentes fueron las de Pinar del Río y Artemisa, en el occidente, y Camagüey y Holguín, en el centro y el oriente.
Un dato que llamó la atención fue el que reveló que el 90 por ciento de estos incendios fueron iniciados a causa de la acción humana como las quemas descontroladas, los cazadores furtivos, los fumadores irresponsables y vehículos que lanzaron alguna chispa.
Por último, el documento sumó 284 incendios forestales durante el 2022, que afectaron a más de 1.800 hectáreas de bosque, el mejor registro de los últimos tres años.