Se trata del proyecto Greensand que ayer por primera vez acopió CO2 en un depósito marino situado en el Mar del Norte, en jurisdicción de Dinamarca. La captura y almacenamiento de carbono permite la descarbonización segura de actividades industriales que no pueden evitar las emisiones.
La captura y almacenamiento de carbono (CAC), una tecnología que podría ser clave en los próximos años en la búsqueda de la mitigación de las emisiones contaminantes, tuvo ayer un gran avance al concretarse el primer almacenamiento de carbono transfronterizo, es decir de gases emitidos en un país y acopiados en otro.
Se trata del avance del proyecto Greensand que lleva adelante la compañía Wintershall Dea junto a socios y que ayer puso en funcionamiento con el acopio en un depósito marino del Mar del Norte, ubicado en aguas de Dinamarca.
A principios del mes que viene las emisiones residuales de una planta industrial de Bélgica, que en conjunto representan hasta 15.000 toneladas de CO2, se almacenarán durante la fase de demostración que se inició ayer. El yacimiento petrolero agotado de Nini West, en el Mar del Norte danés será el que servirá como lugar de almacenamiento.
El acto se realizó en Esbjerg, Dinamarca, y contó con la participación del príncipe heredero danés Frederik, el ministro danés de Clima, Energía y Servicios Públicos, Lars Aagaard, y un discurso virtual de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Además de Wintershall Dea, el proyecto Greensand también lo lleva a cabo INEOS Energy, en calidad de operador, y más de 20 socios desde empresas emergentes e institutos independientes hasta GEUS (Servicio Geológico de Dinamarca y Groenlandia), institución dependiente del Ministerio danés de Clima, Energía y Servicios Públicos. Es que el gobierno danés apoya el proyecto con un total de 26 millones de euros de financiación pública.
La tecnología de captura y almacenamiento de carbono (CAC) es una tecnología acreditada que incluye la captura de CO2, por ejemplo de centrales eléctricas o instalaciones industriales, y su almacenamiento submarino a largo plazo en estructuras geológicas subterráneas, como yacimientos agotados de gas y petróleo o estratos de rocas hundidos.
La CAC permite una descarbonización fiable y asequible de sectores industriales con emisiones de CO2 que difícilmente pueden evitarse o que no pueden evitarse en absoluto. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) y otras destacadas organizaciones creen que la CAC desempeñará un papel clave en la protección del clima.
«El Proyecto Greensand supone un salto hacia adelante en el desarrollo de una infraestructura de CAC a escala europea y, por tanto, para la protección del clima. Estamos demostrando que es posible transportar y almacenar CO2 de forma segura y confiable a través de las fronteras nacionales, y que haciéndolo ya podremos contribuir a un mañana descarbonizado en un futuro próximo. Junto con nuestros socios, somos pioneros en esta tecnología que cambia las reglas del juego», señaló Mario Mehren, el CEO de Wintershall Dea, en la ceremonia oficial.
En el caso del proyecto Greensand la iniciativa prevé que a partir de 2025 ó 2026 se desarrolle una capacidad de almacenamiento de hasta 1,5 millones de toneladas de CO2 al año, alcanzando hacia 2030 una capacidad final de 8 millones de toneladas de CO2 anuales.
Esto supone más del 13% de las emisiones anuales totales de Dinamarca. El objetivo es almacenar sobre todo las emisiones industriales que no puedan evitarse en el futuro.
Desde Wintershall Dea se indicó que el proyecto forma parte de la estrategia de gestión del carbono e hidrógeno de la firma que tiene como meta reducir entre 20 y 30 millones de toneladas de CO2 al año para 2040. Y dentro la cual el foco está puesto en el noroeste europeo, pero con la meta de que estas tecnologías y conocimientos puedan luego replicarse en otras regiones, incluyendo América Latina.