Los duros ataques que lanzó Donald Trump contra China se volvieron una política de estado en EE.UU. ya que los hostigamientos a empresas chinas. Esta vez, TikTok está en la mira de funcionarios del país norteamericano.
TikTok, una de las aplicaciones más populares del momento, se encuentra en la mira de varios gobiernos, ya que sospechan que las autoridades chinas podrían violar el derecho de intimidad a través de la aplicación. Debido a esto, senadores y diputados estadounidenses interrogaron al CEO de la compañía, Shou Zi Chew, quien descolocó al mundo con una negación.
Perteneciente a la empresa china ByteDance, TikTok está bajo una enorme presión por la dura batalla geopolítica entre China y Estados Unidos. Como resultado, varios países aliados a Washington prohibieron a sus funcionarios utilizar la aplicación y se vieron obligados a eliminar la aplicación de sus dispositivos. En algunos países incluso se busca prohibir la aplicación, una idea que Donald Trump planteó cuando era presidente.
En la apertura, la presidenta del comité declaró: “Señor Chew, está aquí porque el pueblo estadounidense necesita la verdad sobre la amenaza que TikTok representa para nuestra seguridad nacional y personal”. Y agregó: “TikTok ha elegido repetidamente un camino para tener más control, más vigilancia y más manipulación”.
Chew negó esta acusación y aseguró que ByteDance “no es un agente de China ni de ningún otro país”. Y aseguró que está en contacto con el CEO de esta compañía, Liang Rubo.
Sin embargo, en un momento de la entrevista, Cathy McMorris Rodgers le preguntó a Chew si un miebro de la junta de tecnología de ByteDance formaba parte del régimen en China y el entrevistado no negó que esto fuera cierto. Esto significa que directivos de la empresa matriz de TikTok forman parte del Partido Comunista Chino.
Además, Chew reconoció que algunos datos personales de los estadounidenses todavía estaban sujetos a la Ley china, pero insistió en que pronto eso cambiará.
Un caso histórico
Estados Unidos teme que el Gobierno chino espíe o haga propaganda a través de la aplicación, por lo que amenazó con vetar totalmente la aplicación o que esta deje de ser propiedad china.
Una prohibición sería un acto sin precedentes contra una empresa de medios por parte de Washington, pues privaría a 150 millones de usuarios mensuales en el país de una aplicación ya convertida -sobre todo para los jóvenes- en la principal fuente de entretenimiento después de Netflix.
Los congresistas también confrontaron al directivo con ejemplos de usuarios jóvenes que promueven el suicidio o ejercicios peligrosos que han resultado fatales, un fenómeno que también se repite en Instagram, Twitter, y otras plataformas, pero que no son cuestionados.
“Su tecnología está literalmente conduciendo a la muerte”, dijo el congresista Gus Bilirakis, mientras señalaba a una familia en la audiencia cuyo hijo murió en una tragedia ferroviaria que, según sus parientes, estaba relacionada con TikTok.
Antes de la audiencia, el Ministerio de Comercio chino dijo que “se opondría firmemente” a una venta forzada, y subrayó que cualquier venta o escisión de TikTok requeriría la aprobación de las autoridades chinas.