De cacos y policías de fiesta. En tanto los policías de la seccional 7ma aseguran que conocen al roba ruedas que atormenta a las barradas de Constitución y Zacagnini, pero que no pueden detenerlo porque no tienen móvil, el jefe departamental celebró con una gran fiesta sus dos años en el cargo, haciendo una enorme exhibición de poder en el Hotel Sasso de Mar del Plata. Con Sergio Berni ausente hasta de los canales de TV, la jefatura premia a quienes emulan al sheriff de Nottingham: recaudar, es bien visto.
De cambios y especulaciones. Patricia Bullrich sumó esta semana a sus filas a Manuel Passaglia, el intendente de San Nicolás. Según señalan quienes conocen al dedillo el tema, esta acción es un golpe directo a la candidatura de Diego Santilli. Tal como señala en un tweet Nicolás Roibas —ex funcionario del gobierno de MM—, «es lógica la preocupación, porque los Passaglia le aseguraron la victoria a Santilli sobre Manes en el 21 en la segunda sección, el único territorio del interior de la PBA donde el Colo ni pudo imponerse».
150 fiestas. Luego del éxito de la fiesta de San Patricio y habiendo puesto en marcha la «Ruta del Alfajor», el EMTUR va por más y se propone llegar a las 150 fiestas anuales que le den carnadura a la frase «Mar del Plata todo el año». Ambicioso proyecto que alimenta el ánimo del sector gastronómico afectado por la suba de los costos y servicios y la frecuente depresión de expectativas propia del otoño marplatense.
Pájaros caídos I. Tras el horroroso espectáculo brindado en nombre de la cultura transgénero en el Museo Fernández Blanco en CABA que llevó a la renuncia de Victoria Otero —gerente de museos de la ciudad (alguien tenía que pagar—, se suspendió el festival por la visibilidad trans. El anuncio dice que será reprogramado, sin indicar aún la fecha. Hay un cambio en la conducta social y las mayorías ya no son silenciosas, sino que ahora truenan por las redes. Darle espacio a todos y a todas, está muy bien. Que obliguen a toda la sociedad a comer del mismo plato y con la misma cuchara la misma sopa, cansa.
Pájaros caídos I. Hay gente que está llorando por los rincones porque Mar del Plata no será sede del campeonato mundial de fútbol sub 20, y cuestionando también el estado del Minella. Hay una relación entre los estadios impactantes y la pobreza, veamos la lista: Estadio Único Madre de Ciudades (Santiago del Estero), Estadio Único Diego Armando Maradona (La Plata), Estadio Único Villa Mercedes (San Luis), Estadio Centenario (Chaco), Estadio Malvinas Argentinas (Mendoza) , estadio Padre Ernesto Martearena (Salta), Estadio Mario Kempes (Córdoba). A excepción de Córdoba y Mendoza, todos los demás están en provincias de miseria y pobreza indigna. Todo responde al criterio de pan y circo, que viene de la época de los romanos. El dinero de los marplatenses no puede dilapidarse en sostener un estadio en una ciudad en la que sus dos principales clubes de fútbol, entre los dos, no reúnen cinco mil socios.
Pájaros caídos III. La oportunidad de tener un estadio a nivel internacional la rifó Blas Aurelio Primo Aprile cuando se sometió a la extorsión de Florencio Aldrey Iglesias en 1998. La ciudad podría haber tenido un estadio cubierto y, por contrato con la AFA, dos partidos de la selección por año. El Minella está pasado de era y no está a la altura de los parámetros que exige hoy el negocio global del fútbol. Quizá con la llegada de grandes jugadores al negocio petrolero, se pueda obtener un apoyo económico que suponga un cambio acorde. Pero hacerlo con la plata de los contribuyentes, es una muy mala idea.