El Profesor de Filosofía Política de la Universidad Nacional de Cuyo, Héctor Ghiretti, se refirió en la 99.9 a la necesidad de que la causa Malvinas sea tomada con seriedad por los políticos para tener una intención cierta de reclamo: “tenemos un esquema asistencialista de urgencia, pero con una retórica nacionalista, pretensiosa de una Argentina proyectada que es falsa“.
Luego del 2 de abril donde una vez más se conmemoró a los Veteranos y Caídos en la Guerra de Malvinas, el Profesor de Filosofía Política de la Universidad Nacional de Cuyo Héctor Ghiretti señaló que si realmente fuera un objetivo político real recuperar las Malvinas, se necesitaría de un contexto muy distinto.
En la 99.9, explicó su punto de vista: “lo que hemos visto es un proceso donde la cuestión Malvinas ha salido de facto de la agenda política de los gobiernos y hay, cada vez más marcada, una compensación recordando la gesta, honrando la memoria de los que volvieron y los que no; pero en definitiva no parece tener todo esto una presencia en la agenda de las fuerzas políticas”.
Su reflexión entonces apunta a saber cuál tendría que ser el escenario correcto para que se pudiera avanzar en el reclamo: “la conclusión a la que llegué es que si no aspiramos a una Argentina grande, desarrollada, integrada al mundo y con peso internacional, la cuestión Malvinas seguirá en el plano de lo simbólico”.
Para que eso sea una realidad, Ghiretti destacó la importancia de tener políticas a largo plazo, algo que en Argentina hoy parece realmente imposible: “hay una discontinuidad en las políticas públicas del estado argentino desde hace 40 años. La economía está en recesión hace una década y es imposible presupuestariamente hacer una previsión para que las políticas públicas tengan los recursos suficientes y ser sostenidas. Es una especie de debacle general con una ideología que habla del Estado presente cuando en realidad es cada vez más el Estado Ausente. Tragan cada vez más recursos con cada vez menos eficiencia”.
También destacó que hay un discurso político que apunta a tocar las fibras más íntimas de los argentinos, pero después no se hace nada más que eso: “todo lo que tendría que ser estratégico y a largo plazo, con la visión de un país a largo plazo, se posterga indefinidamente. No hay manera de ver objetivos más allá de la agenda inmediata de gente que tiene que comer. Tenemos un esquema asistencialista de urgencia, pero con una retórica nacionalista, pretensiosa de una Argentina proyectada que es falsa”.