Esta medida se suma a la represión en el país islámico desde la muerte de Masha Amini por no llevar esta prenda, el pasado mes de septiembre.
La cruzada contra el pelo femenino en Irán aumenta. Este sábado, la Policía de este país islámico ha anunciado que está instalando cámaras en lugares públicos para identificar a mujeres que no usan el velo. Una medida más destinada a imponer el uso de esta prenda obligatoria.
“En una innovadora medida para evitar tensiones y conflictos en la aplicación de la ley del velo, la Policía usará herramientas y cámaras inteligentes en lugares públicos y carreteras para identificar a las personas (que no usan el hijab)”, ha indicado el cuerpo de seguridad, según un comunicado citado por la agencia Tasnim.
De esta forma, los cuerpos de seguridad enviarán mensajes a las mujeres que no cumplan con la ley del velo y la castidad, “informándoles de las consecuencias”, según han explicado. “La Policía no tolerará ningún comportamiento individual o colectivo contrario a la ley”, alegan en el comunicado.
El velo es obligatorio en Irán desde 1983 y la falta de su uso se puede castigar con la cárcel. Esta medida está destinada a “preservar los valores familiares, fortalecer la salud mental y garantizar la paz de los ciudadanos” y a evitar actos que “ensucian” la espiritualidad del país, según ha indicado la Policía.
Muchas mujeres iraníes han dejado de usar el obligatorio velo islámico como forma de protesta y desobediencia civil desde la muerte, el pasado mes de septiembre, de Mahsa Amini. Esta joven fue detenida precisamente por llevar mal puesto el hijab.
Y de aquel desenlace llegaron las protestas continuas en el país, pidiendo el fin de la República Islámica, iniciada en 1979. En las que las universidades, institutos e inclusos colegios jugaron un importante papel, saliendo a la calle con el pelo descubierto, cortándose mechones y portando pancartas.
La represión estatal causó la muerte de unas 500 personas en las protestas por la muerte de Amini, la detención de miles y cuatro manifestantes fueron ahorcados, uno de ellos en público. En los últimas semanas se han intensificado las tensiones por la falta de uso de esta prenda, obligatoria en el país desde 1983, con llamadas de clérigos y conservadores a imponer el hijab.
Los Ministerios de Educación y Salud anunciaron el lunes que no permitirán asistir a las universidades ni institutos a las estudiantes que no usen velo. Las autoridades, además, están cerrando tiendas y restaurantes que atienden a mujeres descubiertas en todo el país.
A ello se suman los “vigilantes” que se toman la justicia por su mano y agreden a mujeres descubiertas. A finales de marzo se hizo viral un vídeo en el que un hombre echa yogur por la cabeza a dos mujeres por no llevar el velo.