Así lo indicó en la 99.9 el presidente de CARBAP luego de una reunión que realizaron con productores y donde se planteó que no se podrán pagar los impuestos en un futuro no muy lejano: “hay una incapacidad de pago de los productores que terminará en un impago de los tributos“.
La situación impositiva en el país es cada vez más preocupante y ante la sequía que ha dejado a los productores en una circunstancia delicada para hacer frente a todos los impuestos.
En una reunión que realizó CARBAP, surgió la necesidad de entrar en una falta de pagos pero por incapacidad y no por decisión propia: “la rebelión fiscal sobrevoló, no es un medida que promociona CARBAP pero hay una incapacidad de pago de los productores que terminará en un impago de los tributos por la situación de los productores luego de la extensa sequía. Todavía en el norte y noroeste de la provincia de Buenos Aires, no se han recuperado los perfiles de agua que pone en duda la siembra del trigo”, expresó el presidente de la entidad en la 99.9.
Sostenerse durante todo el año es un desafío mayúsculo porque si bien lo peor de la sequía parece haber pasado es un largo proceso el de la recuperación: “en la reunión que hicimos en Chacabuco, de 36 rurales que estuvieron presentes la situación es muy crítica desde el financiamiento del productor tanto en lo agrícola como en la ganadería de leche y de carne. El poco pasto natural se empieza a terminar y hay que suplementar la alimentación de los animales, lo que suma un costo adicional”.
La alta carga de impuestos hace que todo sea más difícil y no hay dinero para afrontarlo: “el tema del pago de impuestos es el desfinanciamiento de un productor que está teniendo que defender lo poco que tiene para pasar el invierno y luego reinvertir. Es muy difícil cumplimentar la cuestión tributaria”.
En cuanto a las líneas de crédito con la que cuentan, Salaverri indicó que “el Banco Provincia tiene una línea de crédito de 10 millones de pesos con 6 meses de gracia que es un período corto porque en 6 meses no se recupera el productor, con una tasa del 47%. El Ministerio tiene dos líneas, una de tres millones y otras de cuatro. Muchos lo utilizaron pero con ese monto los recursos se agotan en poco tiempo”.
También hay impericia política porque las medidas que podrían ayudar a aliviar al productor no son implementadas en tiempo y forma: “uno de los temas que complica muchísimo es que el ministro Massa sacó una resolución para cumplir con la ley nacional que prevé beneficios para los sectores que están en desastre climático suspendiendo los anticipos, la traslación de la declaración jurada y el vencimiento que opera ahora, un plan de 48 cuotas y la utilización de la venta forzosa. Esto hasta el día de hoy la AFIP no lo ha resuelto y el productor no pudo acceder a estos beneficios. Son las desconexiones donde queda el productor al medio”.
Mientras tanto, el estado se lleva una enorme porción de la rentabilidad que hoy le falta al productor pr pagar los propios impuestos que se demandan: “tenemos la presión tributaria más alta lejos de la zona y si el productor no hubiera tenido esa presión, tendría una espalda más ancha para sobrellevar esta situación. El sector, viene aportando entre 10 mil y 11 mil millones de dólares anuales sólo en retenciones que falta en los bolsillos de los productores”.