En esta serie de tres capítulos, Euronews investiga las razones por las que los jóvenes de Irlanda e Italia tienen dificultades para acceder a la propiedad o pagar un alquiler en plena crisis del coste de la vida.
Sophie es una de los 350 000 jóvenes irlandeses de entre 20 y 35 años que aún viven en casa con sus padres. Como muchos milenials irlandeses, esta ejecutiva de marketing de 28 años de Galway está excluida del mercado inmobiliario.
Este problema no es exclusivo de Irlanda. Según Eurostat, aproximadamente el 67 % de las personas de entre 16 y 29 años en Europa viven en casa de sus padres o familiares. Pero para algunos, esto no es una cuestión de elección.
Sophie, natural de Galway, explica a Euronews que el aumento de la inflación, unido a la crisis del coste de la vida, tiene gran parte de culpa: “Es muy frustrante, tengo un máster, un buen sueldo y, como muchos de mis amigos, estoy ahorrando para comprarme una casa”.
“Pero tuve que volver a vivir con papá y mamá porque me costaba ahorrar dinero, por no hablar de pagar el alquiler. Incluso ahora me va a costar una eternidad ahorrar un depósito”, explica.
La asequibilidad es un problema importante. Hace dos años, por ejemplo, los tipos de interés, sobre todo los fijados por el Banco Central Europeo (BCE ), seguían en mínimos históricos.
“Pero ahora estamos viendo situaciones en las que trimestre tras trimestre el BCE está aumentando sus tipos de interés en al menos medio punto”, dijo a Euronews Ciarán Lynch, antiguo miembro del Parlamento irlandés.
El quid de la cuestión hipotecaria
Con unos precios medios de la vivienda en Irlanda un 94 % superiores a los de otros países de la Unión Europea (UE), la situación de Sophie quizá no sea sorprendente.
Para poder optar a una hipoteca en Irlanda, los compradores primerizos están limitados a un préstamo de cuatro veces sus ingresos brutos anuales. Además, las hipotecas tienen un límite máximo del 90 % del valor de la vivienda.
Sin embargo, los precios de la vivienda en todo el país han aumentado un 537 % desde 1988 y no se ajustan a los ingresos actuales.
Según el gigante de soluciones de contratación Morgan McKinley, los profesionales en Irlanda se llevan a casa un salario medio de 45 000 euros. Sin embargo, la Oficina Central de Estadística irlandesa (CSO) ha revelado recientemente que el precio medio de la vivienda en Irlanda ha alcanzado la cifra récord de 359 000 euros.
Por lo tanto, para los compradores primerizos con ingresos únicos y un salario de 45 000 euros, la cantidad máxima que pueden pedir prestada es de 180 000 euros, que es algo más de la mitad del precio medio de la vivienda.
Irlanda frente a Italia
Aunque los precios de la vivienda y los alquileres están aumentando en general en todo el bloque europeo, en algunos países de la UE los precios de la propiedad han bajado en los últimos años. Italia, por ejemplo, experimentó un boom hasta el crack financiero de 2008, y después el coste de la vivienda no dejó de bajar. Según Eurostat, en 2022 los precios eran un 8 % más baratos que en 2010.
Aunque los alquileres han aumentado en Italia, las diferencias son marginales en comparación con Estonia, Lituania o Irlanda, donde el alquiler mensual medio se situó en 1 733 euros en diciembre de 2022, es decir, un 126 % más que las cifras registradas en 2011.
Si los precios de la vivienda en Italia son más atractivos para los compradores potenciales, ¿se traduce esto en mayores niveles de propiedad entre los jóvenes adultos italianos? Todo lo contrario, hay un mayor porcentaje de jóvenes adultos que viven en casa de sus padres en Italia que en Irlanda.
Por lo tranto, ¿cuáles son las causas de esta tendencia en ambos países?
La falta de oferta en Irlanda
Mientras que los salarios brutos medios en Irlanda son considerablemente más altos que en Italia, las viviendas disponibles también son escasas y distantes entre sí en la Isla Esmeralda.
“En 2010, teníamos 24 000 viviendas en alquiler anunciadas en Daft (la principal web inmobiliaria de Irlanda) en un día cualquiera de ese año. Si comparamos con las cifras recientes, cuando apenas teníamos 700 viviendas disponibles en todo el país”, explica Mark Rose, director general de Rose Properties, Cork.
“Así que ahora tenemos aproximadamente el 3 % de lo que había disponible en 2010. Necesitamos que miles de viviendas en alquiler salgan al mercado hoy, mañana o lo antes posible. Se necesitan urgentemente, urgentemente”, añadió Rose.
La escasa disponibilidad de inmuebles está aumentando la demanda y ejerciendo una gran presión sobre los alquileres y los compradores potenciales.
Roy Dennehy, director gerente de Dennehy Auctioneers, declaró a Euronews: “El mercado del alquiler en Irlanda es total y absolutamente disfuncional. Pusimos una casa en alquiler hace dos semanas a las 12:55 pm y a las 13:20 pm teníamos 90 correos electrónicos (de demandas de alquiler)”.
“Necesitamos miles de pisos en las ciudades para satisfacer la demanda. Sin embargo, Irlanda es víctima de su propio éxito. Mucha gente quiere venir a vivir y trabajar a este país y se siente atraída por su estilo de vida, pero nuestra población también crece y no podemos seguir el ritmo”, dijo Dennehy.
La Oficina Central de Estadística calcula que la población de Irlanda aumentó en 88 800 personas entre abril de 2021 y abril de 2022, el mayor incremento de población en 12 meses desde 2008. Esto se debe en gran parte a un aumento del 445 % en la migración y, según Dennehy, la inversión extranjera directa es parte de esta tendencia. “El 90 % de las consultas que estoy recibiendo actualmente para una nueva promoción de viviendas en la localidad de Carrigaline, en Cork, es de no nacionales, y el noventa por ciento de ellos, de nuevo, son extracomunitarios”.
“Los profesionales que vienen aquí tienen buenos trabajos, están bien pagados y aman este país”.
Pero el ex diputado Ciarán Lynch, que presidió la Comisión de Finanzas, Gasto Público y Reforma en octubre de 2012, dijo que los no nacionales con dinero para quemar también se están encontrando con problemas.
“La inversión extranjera directa es una parte muy, muy significativa del modelo económico irlandés”, dijo.
“Y la creación de empleo se ha convertido en un problema porque no es que los puestos de trabajo no estén ahí, sino que las casas no están realmente ahí para los empleados cuando consiguen esos puestos de trabajo”.
El empleo italiano
“Puede que la propiedad sea más barata en Italia, pero el problema radica en el estancamiento del mercado laboral del país”, afirma Mimmo Parisi, profesor de sociología de la Universidad de Mississippi y asesor principal para el desarrollo de la ciencia de datos europea.
Todo el mundo busca el trabajo de sus sueños en Italia”, explica Parisi a Euronews. “Los profesionales no se mueven mucho, una vez que encuentran el puesto de sus sueños se quedan, a menudo para toda la vida. Como consecuencia, hay menos ofertas de trabajo y a los jóvenes les resulta difícil entrar en el mercado laboral”.
El elevado desempleo juvenil en Italia es un factor importante. Según el instituto nacional de estadística italiano, ISTAT, la tasa de desempleo juvenil (entre 15 y 24 años) era del 22,9 % en enero de 2023, casi ocho puntos más que la media de la UE (15,1 %). Como consecuencia, los jóvenes italianos son menos independientes económicamente.
“Si añadimos a la mezcla contratos de trabajo dudosos, un lento crecimiento de los salarios y sueldos bajos, es fácil ver por qué los jóvenes italianos se quedan en casa a pesar de la caída de los precios de la vivienda. También es difícil para los licenciados universitarios conseguir una experiencia laboral relevante a corto plazo, cuando el mercado de trabajo favorece el envejecimiento de la población activa”, explica Parisi.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Italia es el único país europeo en el que los salarios cayeron entre 1990 y 2020; todos los demás Estados miembros experimentaron una subida, con Lituania a la cabeza, con un aumento del 276,3%.
“Muchos estudiantes permanecen en la universidad un poco más de tiempo a la caza de ese trabajo soñado, que como hemos aprendido es difícil de conseguir. Esto obliga a los jóvenes adultos a depender más de sus padres hasta que eso ocurra”, explica Parisi.
Los bancos ponen otro obstáculo a los jóvenes italianos. Un banco italiano no aprobará una hipoteca sin un contrato de trabajo permanente, lo que crea obstáculos adicionales.