El presidente de Uzbekistán reforma la Constitución para extender su poder

Shavkat Mirziyóyev podrá mantenerse en el cargo hasta el 2040, cuando cumplirá 83 años.

La historia se repite en Uzbekistán, una de las cinco exrepúblicas soviéticas de Asia Central. Su presidente, Shavkat Mirziyóyev, ha promovido una reforma constitucional, aprobada este domingo en referéndum, que le permitirá perpetuarse en el poder hasta el 2040. Con una actitud reformista en lo económico que no se ha traducido en lo político, Mirziyóyev llegó al poder en el 2016 tras la muerte del autoritario Islam Karímov, quien extendió su mandato en dos ocasiones recurriendo también a sendos referéndums, en el 1995 y el 2002.

Un 90,21% de los uzbekos, señaló ayer lunes la Comisión Electoral, apoyaron en las urnas la reforma de la Carta Magna de ese país de 35 millones de habitantes, rico en materias primas como oro, cobre, uranio y gas natural, conocido por su producción de algodón.

El sí a las reformas permite a Mirziyóyev, de 65 años, seguir en el cargo en teoría hasta el 2040, cuando cumplirá 83 años. Su actual mandato termina en el 2026, y tendría que dejar el poder porque, según la actual legislación, no puede mantenerse en el poder más de dos mandatos seguidos. Pero las reformas incluyen comenzar el cómputo desde cero. Otra de las enmiendas amplía su mandato de cinco a siete años.

Mirziyóyev anunció sus planes de reforma en el 2021, tras ser reelegido. Entonces dijo que las autoridades se basarán en un nuevo principio: “El hombre, la sociedad, el Estado”, en ese orden de importancia y no al revés. A cambio de más poder para el actual mandatario, las autoridades sostienen que las reformas harán de Uzbekistán un “Estado social”.

Entre otros cambios, se suprime la pena de muerte y se establece mayor protección jurídica, como el concepto de habeas corpus y la protección contra la prisión indefinida e ilegal.

Durante estos años en el poder, Mirziyóyev ha puesto fin al trabajo forzado en los campos de algodón, lo que incluía a niños. La medida se ha aplaudido mundialmente y ahora quedará también incluida en el texto de la Constitución.

En el 2002, Karímov también echaba mano de promesas de avances sociales cuando se criticaba su intento de perpetuarse en el poder. Hay otro paralelismo. El referéndum de Karímov se celebró meses después de los atentados del 11 de septiembre del 2001 contra Estados Unidos y de la posterior invasión estadounidense de Afganistán. Uzbekistán y los países de la zona se convirtieron en aliados claves para la política antiterrorista de Washington.

Ahora, los socios occidentales de Mirziyóyev podrían poner el grito en el cielo, pero no será para tanto porque están buscando el apoyo de los países exsoviéticos para aislar a Rusia.

Entre las enmiendas constitucionales se planearon también cambios para reducir la autonomía de la provincia de Karakalpakistán, eliminando su derecho a independizarse. Pero esos planes provocaron en julio del 2022 violentas protestas que dejaron al menos 21 muertos. Luego, Mirziyóyev renunció a esos planes.