El calor marginal producido por aerogeneradores incluso puede resultar positivo para la agricultura, afirman expertos.
Cuando se habla de energías renovables, se alzan voces críticas con argumentos como que sus recursos y métodos no solo son buenas para el medio ambiente y el clima. Por ejemplo, un mito extendido supone que las turbinas eólicas calientan el aire y, en un efecto acumulado, el ambiente.
Suposición: Las turbinas eólicas causan el calentamiento global
La tesis, en realidad, no soporta el análisis científico. Estos son los hechos. La base que se emplea para suponer que los generadores eólicos causan calentamiento suele ser un estudio publicado en 2012. El documento fue malinterpretado por varios medios cuando se publicó, como explicó el Washington Post en ese momento.
Para su estudio, los investigadores utilizaron datos satelitales a fin de analizar cómo, supuestamente, la que entonces era la cuarta turbina eólica más grande del mundo en el estado estadounidense de Texas afectaba la temperatura de la superficie terrestre.
“Desde la perspectiva de un satélite, la superficie es todo lo que ve desde la atmósfera”, explica el autor principal del estudio. Por lo tanto, la temperatura de la superficie terrestre, evaluada de esta manera, tampoco es idéntica a la temperatura del aire en un informe meteorológico, según el investigador.
Aumento marginal de temperatura
En realidad entre 2003 y 2011, la temperatura en las inmediaciones de los aerogeneradores aumentó una media de 0,72 grados centígrados con respecto a zonas más lejanas, según otro estudio sobre impacto climático elaborado por la NASA. Esto se debe a que las turbinas eólicas recogen aire más caliente de arriba hacia abajo a medida que giran. El efecto es particularmente notable por la noche. Los autores también lo describen como puramente local, dice la agencia aeroespacial estadounidense.
Los servicios científicos del Bundestag también asumen que los aerogeneradores tendrán consecuencias locales. Pero estas pueden ser positivas para el microclima: en el caso alemán, el efecto de usar turbinas eólicas (relativamente más pequeñas) para transportar capas frías de aire hacia arriba y así calentar regiones cercanas al suelo es útil en la agricultura. “En huertas y viñedos, los aerogeneradores se utilizan para protegerse del frío y las heladas”, se afirma en el documento alemán.
La ubicación cuenta
Sin embargo, los efectos sobre la vegetación dependen fundamentalmente de la ubicación de los aerogeneradores. Se observaron efectos positivos en la parte china del desierto de Gobi, mientras que en una zona del noreste de China el intercambio de aire inhibió el crecimiento de las plantas, según la evaluación de estudios internacionales de los servicios científicos.
Pero no hay suficiente evidencia en cuanto a que el problema de la sequía esté relacionada con las turbinas eólicas.
Los investigadores no niegan que la producción de energía verde también repercute en el medio ambiente. Sin embargo, en comparación con la quema de combustibles fósiles, es significativamente más amigable con el clima. En el estudio de Texas, los científicos enfatizan que es importante conocer los impactos locales de las turbinas eólicas y tenerlos en cuenta al planificar estrategias de sostenibilidad.
Efectos como el calentamiento del suelo no hablan en contra del uso de la energía eólica en general: según el estudio, el uso de aerogeneradores es parte de la solución al cambio climático, la contaminación del aire y la seguridad energética.