Los compradores de grano alegaron que la respuesta implicaba la aceptación de los términos del contrato, mientras que el ruralista sostuvo que solo confirmaba la recepción del documento.
Un agricultor canadiense se encuentra en medio de una disputa legal luego de utilizar un emoji de “pulgar hacia arriba” en un mensaje de texto, lo que resultó en una multa de US$ 82.000 por incumplimiento de contrato. El caso ha generado sorpresa y plantea interrogantes sobre cómo se interpretan los emojis en acuerdos legales.
Según los documentos judiciales, los compradores de grano enviaron un mensaje de texto al agricultor anunciando su intención de comprar lino a un determinado precio.
Después de intercambiar mensajes con el agricultor, los compradores redactaron un contrato y lo enviaron junto con la foto del contrato por mensaje de texto, solicitando la confirmación. En lugar de responder con un “ok” o un “se ve bien”, el agricultor utilizó un emoji de “pulgar hacia arriba”.
La controversia radica en la interpretación del emoji. Los compradores argumentan que el emoji implicaba la aceptación de los términos del contrato, mientras que el agricultor sostiene que solo confirmaba la recepción del documento y que esperaba recibir el contrato completo para su revisión y firma.
El debate pone de manifiesto la necesidad de una comunicación clara y precisa en el ámbito contractual, especialmente cuando se utilizan medios de comunicación digitales.
El juez dictaminó a favor de los compradores, argumentando que, en base a todas las circunstancias, el emoji de “pulgar hacia arriba” denotaba la aprobación del contrato y no simplemente la recepción del mismo. Según el juez, un espectador razonable entendería que ambas partes habían llegado a un acuerdo, basándose en el historial previo de comunicación y aprobación de contratos entre las partes involucradas.