Desde este lunes, en Grecia se pueden vender legalmente alimentos pasados de fecha. Ahora, en los supermercados habrá especiales para estos productos a precios reducidos.
Desde que atraviesa una de las peores crisis de su historia, Grecia ha tomado algunas medidas polémicas. Entre ellas, haber autorizado la venta de productos alimenticios vencidos. El secretario de Estado para el Consumo, Yorgos Stergiou, garantizó que la decisión no supone un riesgo para la salud pública. “El consumo preferente es un instrumento de seguridad y marketing de los productores, pero no significa en absoluto que el producto no esté bueno o sea peligroso”, explicó.
Se considera que los alimentos siguen siendo aptos para el consumo una semana después de cumplida su fecha de caducidad, para aquellos que lleven una fecha con día y mes; de un mes para los que están marcados con mes y año; y tres meses para los que solo contienen indicación del año. La comercialización es solo para la venta minorista y, en caso de que se descubra su venta en restaurantes o bares, se impondrán multas de hasta 5.000 euros por unidad de producto.
La fecha de caducidad estricta será el aplicable en comida muy perecedera cuyo consumo, pasado el plazo fijado, pueda ser peligroso. Esa decisión queda a cargo de la industria de alimentación que decidirá qué producto pertenece a una u otra categoría. Por su parte, la nueva regulación que prepara Bruselas sobre información de productos alimenticios y que entrará en vigor el 13 de diciembre de 2014, mantiene esta distinción. Pero establece que los productos con fecha de caducidad deben considerarse “no seguros” una vez que haya pasado la fecha indicada.
La organización Boroume apoyó la iniciativa teniendo en cuenta las necesidades de una población cada vez más empobrecida. En Grecia, el 31% de la población está en riesgo de pobreza y exclusión social, según Eurostat; la tasa de paro supera el 27% y Unicef estima 600.000 niños viven ya por debajo de la línea de pobreza.