La economista de Empiria habló en la 99.9 sobre las medidas que ha adoptado Massa y la realidad económica del país. Además, fue crítica de la postura del FMI: “están permitiendo que el problema se agrande”.
La economía argentina atraviesa un momento delicado donde se sobrevive semana a semana sin saber hacia donde va el rumbo definitivo. Se ha cumplido un año desde que Sergio Massa asumió como Ministro de Economía y la situación cada vez es peor.
La economista de Empiria, Milagros Gismondi habló en la 99.9 sobre los datos que está arrojando la realidad en torno a las medidas que va tomando el pre-candidato a presidente: “la lectura es que están intentando hacer lo posible no sólo para llegar a las PASO sino para ir comprando tiempo. Compra un día, dos días, ya no mira siquiera el mediano plazo, sino la próxima semana. Se ve en prácticamente todas las medidas del último tiempo. Se festeja un pre acuerdo con el FMI que es estirar un poquito más y comprar tiempo hasta las PASO con cierta calma financiera que no fue tal. La confianza está cada vez más dañada, cuando uno ve los datos que importan que son los fiscales, la raíz del problema, vemos que se sigue gastando y aumentando el personal. Cada vez entra más gente al estado”.
Lo llamativo también en este contexto tan desfavorable, es la reacción del FMI ante las acciones de Massa: “hay medidas como el alivio del pago de ganancias a las clases medias que tiene un tinte electoralista con un costo fiscal por lo que sorprende que el FMI mire para el otro lado. Por eso, los dólares paralelos siguen en aumento y no sorprende, es parte de la fragilidad de la economía argentina en estos días”.
La versión actual del Fondo Monetario Internacional es muy distinta a otras etapas de nuestro país e incluso ha cambiado notablemente en comparación a períodos recientes: “no es sólo que no es el FMI de principio de los 2000 sino tampoco el fondo que negoció con Macri. El último desembolso del acuerdo con Cambiemos no se dio, aún cumpliendo todas las metas y en este caso todo lo contrario: no se cumple ninguna meta y se siguen haciendo desembolsos o se acuerda que se hagan, agrandando el incumplimiento luego del acuerdo. Permiten prácticas raras como intervenir el mercado de bonos que es más emisión. Es un FMI de lo más laxo de la historia, se entiende con que no quieran ser responsables de gatillar la crisis, pero están permitiendo que se agrande el problema”.
Gismondi, desde su análisis, agregó que habrá otro problema a futuro que es la emisión que se ha desbordado plenamente: “el año pasado se emitieron 6.5 del PBI para todas las deudas, este año prácticamente esa cifra se duplique llegando casi a 11 puntos del PBI y es más inflación futura para todos los argentinos”.
Mientras todo esto sucede, las promesas de un Estado más austero son sólo eso, promesas. “En AFIP se incorporaron 1.500 personas nuevas entre diciembre y junio cuando dijeron que iban a congelar la planta. Es un 7% más de lo que tenía la AFIP a diciembre. Se está contratando gente con cierta intención de dar resguardo por si cambia el signo político”.