Kim Jong-un criticó los pantalones cortos femeninos: prohibió su uso y dijo que son una “moda capitalista”

Las autoridades norcoreanas declararon que cualquier mujer que use ropa que no llegue por debajo de la rodilla viola los principios de la “etiqueta socialista”.

El dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un, prohibió a las mujeres usar pantalones cortos en una nueva medida en contra de comportamientos o prácticas consideradas capitalistas y que van en contra de los valores norcoreanos. La prohibición se produce en medio de temperaturas superiores a 30°C, en un país donde los veranos son largo y húmedos.

Las autoridades norcoreanas declararon que cualquier mujer que use ropa que no llegue por debajo de la rodilla viola los principios de la “etiqueta socialista”. Esta prohibición se lleva a cabo bajo la aplicación de la Ley de Rechazo del Pensamiento y la Cultura Reaccionarios.

“Las autoridades están deteniendo a mujeres que usan pantalones cortos en las calles, diciendo que no está en línea con la tradición y el estilo de vida socialista”, dijo un residente anónimo de la provincia de South Pyongan en Corea del Norte a Radio Free Asia.

“Muchas mujeres se quejan, preguntando por qué los hombres pueden usar pantalones cortos y las mujeres no, acusando a las autoridades de discriminación”, agregó.

El régimen dictatorial de Corea del Norte tiene a la mayoría de su población viviendo en la pobreza. Al menos que sea de los pocos privilegiados de le élite norcoreano con acceso a cierto confort y a algunos bienes y servicios, un ciudadano común vive en condiciones paupérrimas.

“El gobierno niega sistemáticamente todas las libertades básicas, incluyendo la libertad de expresión, asamblea pública, asociación y religión. El miedo al castigo colectivo se utiliza para silenciar el disenso”, señaló Human Rights Watch en un informe.

Mientras Corea del Sur avanza tecnológicamente, Corea del Norte se ha convertido en un estado paria. Kim Jong Un ha invertido en la búsqueda de un arsenal de misiles y dispositivos nucleares, aumentando la retórica antioccidental y anticapitalista. La semana pasada, Kim pidió más preparativos para la posibilidad de guerra y un aumento en la producción de armas.

La semana pasada, Kim Jong-un instó a su ejército a prepararse “de manera ofensiva” ante una potencial guerra ante el recrudecimiento de la tensión en la península y ha pedido potenciar las fábricas de munición del país.

Kim hizo estos llamamientos durante la celebración de una reunión de la Comisión Militar Central del partido único norcoreano en la víspera donde “resumió y analizó profundamente la situación actual de la península coreana y sus proximidades”, según reveló la agencia estatal de noticias KCNA.

El mandatario “llegó a la importante conclusión de intensificar los preparativos del Ejército para la guerra de manera ofensiva”.

El dictador norcoreano señaló que “preparar a un Ejército fuerte es clave para implementar un plan estratégico militar” y llamó a las fuerzas armadas de su país a que mejoren sus capacidades de ataque y aumenten el despliegue de activos móviles y sus test como medida “disuasoria” ante provocaciones de fuerzas hostiles.

Kim, tomando conciencia de que “las fábricas de munición tiene un deber importante en el fortalecimiento del ejército en términos de tecnología militar, subrayó la necesidad de que todos los locales industriales de munición sigan adelante con la producción en masa de diversas armas y equipos” para satisfacer las necesidades operativas.

El líder “estableció el objetivo de expandir las capacidades de producción de armamento”, prosiguió KCNA sin ofrecer más detalles.

En el encuentro, Corea del Norte reemplazó además a su máximo general, el jefe del Estado Mayor Pak Su-il, por Ri Yong-gil, actual ministro de Defensa, que no se sabe si mantendrá dicho puesto.

Es la cuarta reunión militar de este tipo que celebra Pyongyang desde las acogidas en febrero, marzo y abril, y se produce poco antes de que Estados Unidos y Corea del Sur celebren a finales de este mes sus maniobras conjuntas Ulchi Freedom Shield, que Corea del Norte considera un simulacro para invadir su territorio.

El hermético país asiático estaría intentando mostrar su músculo militar tras la inusual asistencia de delegaciones de Rusia y China para una destacada efeméride militar en el territorio y la reciente visita de Kim a las principales fábricas de munición nacionales.