Uno de los hijos publica un vídeo en el que muestra la situación vivida para sobrevivir al fuego: “Es aterrador”.
Se ha convertido en una de las catástrofes, a nivel internacional, más devastadoras de este verano. Los incendios de Hawái ya han dejado 110 muertos a su paso por la isla y cientos de personas se encuentran desaparecidas. Las virulentas llamas han acabado con barrios completos y algunos ciudadanos se han quedado sin nada. Es el caso de la familia Tomkison, que la semana pasada tuvo que pasar ocho horas en el Océano Pacífico para poder sobrevivir al fuego a su paso por la isla de Maui.
Uno de los hijos de la familia, Noah Tomkison de 19 años, ha publicado un vídeo en redes sociales en el que se puede ver la situación en la que se encuentra la isla y con el que pide ayuda para que puedan comenzar una nueva vida. Él junto a su madre y su hermano Milo de 13 años escaparon de una muerte asegurada saltando al Pacífico en Lahaina, antigua capital de Hawái y la ciudad donde residían.“El 8 de agosto perdimos nuestra casa, nuestro coche y la mayoría de nuestras pertenencias debido a las llamas. Sobrevivimos saltando al agua y permaneciendo allí la mayor parte de la noche”, reza el texto que acompaña a las imágenes. “Cualquier ayuda para mantenernos a flote será bien recibida”, añade y afirma que “estamos felices de estar vivos”.
No es para menos. En las imágenes grabadas por el joven Noah se puede ver cómo las llamas arrasan con todo mientras ellos se mantienen en el agua. “Es aterrador”, se le escucha decir a la cámara mientras tapa su boca y fosas nasales para no respirar el humo.
Toda la familia huyó en coche cuando vio cómo las llamas les rodeaban, un atasco les obligó a saltar al mar ante el temor de perder la vida. El joven decidió grabar la desgarradora situación que vivieron durante horas dentro del agua y rodeados de llamas por todas partes. “Sentí que era mi trabajo mantener a todos tranquilos, porque mi madre en ese momento no estaba bien, su respiración me preocupaba mucho, sus ojos no estaban bien”, contó Noah a la cadena norteamericana CBS. “Se quedó en shock, tenía frío y no podía respirar”, añadió.
El chico también detalló a la televisión americana que “una parte de mí pensó que no íbamos a salir del coche, porque el humo estaba por todas partes”. Finalmente, fueron rescatados por los Bomberos. “Me sentí culpable por estar vivo”, finaliza el joven.