Dimite la presidenta de la principal agencia de estrellas del pop de Japón por los abusos sexuales que sufrieron cientos de jóvenes cantantes

La directora de la mayor agencia de talentos del pop de Japón, Johnny and Associates, dimitió tras admitir los abusos sexuales cometidos por el difunto fundador de la compañía, Johnny Kitagawa.

Julie Fujishima renunció este jueves y ofreció una disculpa pública a las víctimas de su tío.

Su salida se produce una semana después de que investigadores descubrieran que Kitagawa abusó de cientos de menores y jóvenes a lo largo de seis décadas, cuando encabezó la agencia que produjo muchas bandas de jóvenes muy populares en el país asiático.

Un documental sobre los abusos, estrenado este año por la BBC, llevó a más víctimas a denunciar sus casos.

Johnny Kitagawa murió en 2019. Siempre negó haber actuado mal y nunca enfrentó cargos.

El jueves, su sobrina y directora ejecutiva saliente de la compañía, Julie Fujishima, reconoció por primera vez que hubo abusos.

“Tanto la propia agencia como yo personalmente reconocemos que se produjeron abusos sexuales por parte de Johnny Kitagawa”, declaró.

“Pido perdón a sus víctimas de todo corazón”.

La reacción de las víctimas

Los medios japoneses mostraron a algunas de las víctimas siguiendo la conferencia de prensa, algunas visiblemente molestas.

En una conferencia de prensa en Tokio después de que Fujishima hablara, algunas de las víctimas de Kitagawa dijeron que pensaban que sus comentarios habían sido sinceros y les habían ayudado, pero que aún quedaba un largo camino por recorrer.

“Creo que nos transmitió en directo un mensaje que incluía un mensaje de apoyo, que estaba bien preparada con palabras propias y que no se limitó a leer de un guion“, dijo Junya Hiramoto, responsable de la Asociación de Víctimas de Agresiones Sexuales de Johnny.

Yukihiro Oshima, de la asociación, añadió: “Creo que se disculparon sinceramente, pero eso no significa que esto me haya sanado. De 100, diría que ha marcado una diferencia del 10%”.

Otro hombre dijo que no tenía nada de qué avergonzarse. “He aprendido que si decides actuar, puedes cambiar las cosas. No tenemos que caminar mirando hacia abajo, podemos mirar hacia adelante”.

El “Weinstein” de Japón

El escándalo es paralelo en escala e impacto en la industria al del magnate de Hollywood Harvey Weinstein, quien fue condenado por violación y agresión sexual.

Kitagawa fue posiblemente la figura más influyente y poderosa de la industria del entretenimiento de Japón. Su agencia fue la puerta de entrada al estrellato para muchos jóvenes a lo largo de los años.

Varias víctimas dijeron en el documental Predator: The Secret Scandal of J-Pop de la BBC que pensaban que sus carreras se verían perjudicadas si no cumplían con las demandas sexuales de Kitagawa.

Desde hacía años había rumores y algunos reportes de los medios sobre sus abusos, pero eso no produjo ninguna acción concreta.

El magnate del pop nunca enfrentó un proceso penal y continuó reclutando adolescentes hasta su muerte hace cuatro años, cuando tenía 87 años.

Su fallecimiento fue un acontecimiento nacional. Incluso el primer ministro de la época envió sus condolencias.

Y aunque algunas de las acusaciones fueron probadas en un tribunal civil cuando él estaba vivo, Kitagawa presentó con éxito una demanda por difamación al menos en una ocasión. La mayoría de los principales medios japoneses tampoco cubrieron las acusaciones durante décadas, lo que provocó acusaciones de encubrimiento.

Luego, en marzo pasado, la investigación de la BBC dio cuenta detallada de los abusos cometidos por Kitagawa, lo que generó debate en todo Japón y pedidos de una investigación completa. Miles de fans del J-pop también firmaron una petición presionando para que se investigara a la agencia.

Décadas de abuso

El documental presenta las acusaciones de víctimas que trabajaron para la agencia que solo recluta a hombres adolescentes. Mostró un patrón de explotación y abusos cometidos en las lujosas residencias de Kitagawa. A menudo esto era presenciado por otros menores.

La cobertura de la BBC llevó a más víctimas a denunciar, incluida la exestrella del pop japonés Kauan Okamoto, quien dijo que Kitagawa había abusado de él durante cuatro años, cuando tenía 15 años.

La presión pública llevó a que la agencia lanzara su propia investigación independiente. El panel, compuesto por el ex fiscal general Makoto Hayashi, un psiquiatra y un psicólogo clínico, entrevistó a 41 personas, incluidas 23 víctimas y Julie Fujishima.

En el informe final publicado la semana pasada, señalaron que Kitagawa comenzó a abusar sexualmente de niños desde la década de 1950 hasta la década de 2010.

También descubrieron que la gestión familiar de la agencia había permitido que el abuso persistiera durante décadas. Los investigadores dijeron que Julie Fujishima, quien ha sido ejecutiva de la firma desde hace mucho tiempo, no abordó las acusaciones a pesar de que sabía de ellas.

Al principio, Fujishima se opuso a una investigación independiente. En mayo, se disculpó con las víctimas, pero no llegó a reconocer que las acusaciones fueran ciertas y afirmó no haber sabido de las acciones de su tío en ese momento.

Este jueves nombró como su sucesor a Noriyuki Higashiyama, un nombre muy conocido en la televisión japonesa. El hombre de 56 años también fue uno de los primeros talentos reclutados por Johnny and Associates.

Higashiyama dijo que nunca había sido víctima de los abusos de Kitagawa, pero que estaba al tanto de los rumores.

“No pude ni hice nada al respecto”, declaró en la rueda de prensa.

También reconoció los llamados públicos para que se cambie el nombre de la agencia, pero dijo que no se tomarían medidas inmediatas.

En la rueda de prensa se habló de un cambio estructural y muchos analistas creen que es probable que la organización rectifique, pero no está claro cómo será ese cambio ni cómo se gestionará y protegerá al talento de la agencia.

También hay grandes interrogantes sobre el futuro de Johnny and Associates como marca, que ha sido sinónimo de fama y glamour durante décadas y ahora ha caído en desgracia de forma grave y pública.