Se trata de los hermanos Ruiz Juárez, dueños de Paramérica SA, empresa sospechada de vender alimentos con sobreprecios al exterior. Compras millonarias durante el kirchnerismo y blanqueo fiscal durante el macrismo.
El Grupo Ruiz, perteneciente a los tucumanos Carlos, Diego y Marcelo Ruiz Juárez, se encuentra investigado por la Justicia por sus ventas al exterior, especialmente en sus negocios con Venezuela. Sucede que la empresa insignia del holding, Paramérica SA, multiplicó sus ganancias entre 2014 y 2016 por la venta de alimentos al país caribeño. Aprovechando las condiciones del fideicomiso bilateral firmado por los presidentes Néstor Kirchner y Hugo Chávez en 2004, Paramérica creció durante diez años y en 2014 dio un salto del 2000% en sus ingresos. Mauricio Macri puso fin a ese acuerdo cuando accedió a la presidencia, pero los empresarios tucumanos aprovecharon otra medida del expresidente: se sumaron al sinceramiento fiscal de 2016 y blanquearon bienes por 23 millones de dólares.
También se registraron nuevos ingresos entre 2012 y 2014 por la prestación de servicios de consultoría y capacitación para Petróleos de Venezuela (PDVSA) y en simultáneo, otras compañías vinculadas a estos empresarios argentinos enviaron transferencias bancarias hacia sociedades offshore registradas en paraísos fiscales. Los organismos a cargo de la investigación sospechan que podrían tratarse de un pago de coimas encubierto. Estos datos fueron aportados por la Unidad de Información Financiera (UIF) en los últimos meses. Llamaron la atención de los investigadores porque se tratan de contratos para la “asistencia tecnológica para la producción agrícola y servicios de mecanización en el cultivo de caña de azúcar” y el “intercambio tecnológico y capacitación de ingenieros y operarios venezolano durante 12 meses”. Estas consultorías fueron el 35% del total de exportaciones facturadas por la compañía a empresas estatales venezolanas y según la UIF “resulta de dificultosa comprobación la efectiva prestación”.
Los investigadores también se interesaron por los precios más caros de las ventas a Venezuela respecto a otros países con un menor volumen de compra. Según la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), la mitad de las exportaciones a Venezuela tenían un precio del 70% por encima de los habituales. Los empresarios justificaron esta situación con la dura situación económica del país gobernado ya en aquel momento por Nicolás Maduro: exportar a ese país era más riesgoso que hacerlo con el resto. La Justicia aceptó la explicación y archivó la causa abierta de oficio.
En 2016, Macri dio de baja el acuerdo que fuera tan fructífero para los empresarios, pero esa pérdida se compensó con el sinceramiento fiscal promovido por el macrismo que les permitió blanquear bienes por 23 millones de dólares. Cuentas en las Islas Vírgenes Británicas, en Panamá, en Belice, en Uruguay y en Estados Unidos y departamentos y autos de lujo en distintos países son algunos de los bienes que componen a esos 23 millones de dólares blanqueados a cambio de una barata multa.
El grupo creció luego de esos años. Sostienen el negocio de venta de automóviles Renault en Tucumán, han comprado 20 mil hectáreas de campo en Salta, en 2016 incurrieron en la producción y exportación de limones (a través de NoniLemon, Yatasto y Yánima) y en 2018 compraron el ingenio San Isidro y la ganadera Anta del Plata. Además, están en el negocio inmobiliario a través de Yerbabuena Residence.