El gobierno francés anunció este miércoles un plan de “lucha implacable” contra el acoso escolar, desde la implicación sistemática de la fiscalía hasta la exclusión de los acosadores de las redes sociales, semanas después del último suicido adolescente en el país.
“La movilización debe ser general: todos tenemos un papel que desempeñar. (…) Llevaremos a cabo una lucha implacable contra el acoso escolar”, declaró la primera ministra Elisabeth Borne al comienzo de su presentación.
En mayo, el suicido de Lindsay, de 13 años, motivó la creación de este plan gubernamental, “100% prevención, 100% detección y 100% soluciones” según Borne.
“En total, cerca de un millón de niños sufrieron acoso durante los últimos tres años”, afirmó la primera ministra.
Varias medidas ya fueron implementadas durante el verano boreal, como la posibilidad de cambiar al alumno acosador de escuela, o de sancionar a los autores de ciberacoso hacia alumnos de otros centros.
Para reforzar el arsenal, el plan anunciado este miércoles prevé reforzar las formaciones “de todos los actores de la comunidad educativa”, pero también de “las fuerzas de seguridad” y trabajadores de la justicia.
El gobierno también quiere “desarrollar la confiscación de teléfonos, así como permitir la exclusión de los alumnos acosadores de las redes sociales”.
La primera ministra anunció además que el fiscal sería notificado “sistemáticamente” en caso de denuncia por acoso.
Por su parte, el ministro de Educación Gabriel Attal, nombrado en julio y uno de los pesos pesados del oficialismo, anunció querer generalizar “clases de empatía” durante el horario escolar desde 2024, un concepto practicado por ejemplo en Dinamarca.
El suicidio de Nicolas, de 15 años, en la ciudad de Poissy (al oeste de París) el 5 de septiembre, meses después de quejarse de que sufría acoso, volvió poner en el punto de mira este problema.
Ante las quejas de sus padres, las autoridades educativas respondieron con una carta que afirmaba que sus declaraciones habían sido “inaceptables” y que recordaba que la calumnia es un delito en Francia.
La misiva causó la indignación del gobierno, y Attal volvió a insistir este miércoles en “añadir trato humano en el terreno” para evitar esas situaciones, aunque sin abandonar la contundencia de su política.
La semana pasada, un adolescente sospechoso de acosar a otra estudiantes fue detenido ante sus compañeros en plena clase, una actuación criticada como excesiva pero defendida por el gobierno.
“Debemos conseguir que los acosadores tomen conciencia de la gravedad de sus actos”, defendió este miércoles Elisabeth Borne.