El Secretario Ejecutivo de AIEPBA volvió a destacar la necesidad de una ayuda para los establecimientos educativos privados en este contexto inflacionario que se suma a los problemas arrastrados durante la pandemia.
Una vez más, la Asociación de Colegios Privados de la Provincia de Buenos Aires (AIEPBA) advirtió sobre la posibilidad de cierre para al menos 10 establecimientos en nuestra ciudad. SADOP, rápidamente salió a desmentirlo pero para el Secretario Ejecutivo de la entidad, Martín Zurita, la realidad no se puede negar.
En diálogo con la 99.9, indicó que “SADOP cuando avisamos que había 30 instituciones en riesgo, dijeron que era mentira y salieron las comunidades a hacer abrazos educativos para que las escuelas no cierren. Conocemos la realidad de las escuelas porque estamos conformados por propietarios de escuelas, no se que representatividad tiene SADOP”.
No es un tema nuevo y por el contrario, AIEPBA lo viene marcando hace un largo tiempo sin respuesta alguna: “elevamos al Ministerio de Educación cuál era la situación de las escuelas que están en riesgo de cierre. Hubo algunas que ya comenzaron a manifestarse indicando que el año próximo no pueden abrir si no tienen un aporte estatal. La realidad no se puede negar, son muchas escuelas que, debido a esta situación socio económica, no pueden trasladar los aumentos constantes y están en una situación seria. A medida que pasa el tiempo, lo que advertimos, se va efectivizando”.
Hoy el aumento de la cuota, es algo totalmente necesario pero que los propietarios de colegios tampoco pueden terminar trasladando a las familias porque no pueden pagarlo: “entre el 80 y el 90% de la cuota en un colegio privado es costo laboral que, desde el año pasado, sube por encima de la inflación. Desde 2022 hasta ahora, casi todos los meses aumentó la cuota. Este año ya lleva un 93% y es mucho”.
La pandemia llevó a que sufrieran una tendencia que es irreversible y además de eso, una inflación acelerada que los deja prácticamente sin reacción: “tuvimos un año y medio donde no hubo clases en pandemia, no se pagaban las cuotas de los colegios. 80 servicios educativos cerraron en la provincia de Buenos Aires y los que no cerraron, quedaron muy golpeados. No todas las escuelas tienen espalda económica para sostener una situación así. Cuando no se paga la cuota, pones en riesgo la escuela”.
Hoy, con un problema educativo creciente en el país, el cierre de una escuela es una verdadera tragedia porque además el sistema público también está colapsado y no hay espacio para los estudiantes: “una escuela es un proyecto que va adquiriendo valor en la comunidad y no es fácil cerrar una escuela. Como sociedad, no nos podemos dar el lujo de que una escuela cierre. Estamos preocupados y queremos que se ayude a las escuelas que hoy lo necesitan porque sus comunidades no pueden afrontar el aumento constante de cuotas”.