El colaborador de Juan Luis González en el libro “El Loco – Biografía no autorizada de Javier Milei” habló en la 99.9 sobre la infancia del candidato presidencial y como sus reacciones actuales se pueden vincular con lo que le sucedía en la adolescencia. Además, habló sobre los plagios en sus libros.
La actitud constante de Javier Milei de gritar y exaltarse ante cada situación que le parece incómoda, es casi una manera común a lo largo de su vida de reaccionar. Eso se remonta incluso a tiempos de formación educativa, según lo expresado por el periodista Tomás Rodríguez en la 99.9.
El redactor de Border, que también escribe para Noticias y además, colaboró con Juan Luis González autor del libro “El Loco – Biografía no autorizada de Javier Milei” se refirió al inicio de su vínculo investigativo con el candidato presidencial: “me interesó abordarlo cuando descubrimos los plagios de sus libros y que se publicó en Revista Noticias. Había una denuncia previa sobre plagios en columnas de opinión. Después empezamos a buscar y encontramos plagios en su libro Pandenomics que escribió en pandemia. Había plagio a 6 trabajos de otros autores como Salvador Uribarri que se enteró de esto por la publicación que hicimos, entre otros. Después encontramos otros plagios como el del libro “El camino del libertario” que es su autobiografía”.
No sólo “robó” otros textos y los presentó como propios en sus libros, sino en otros trabajos que le pidieron: “encontramos en un prólogo que Milei escribe para una edición de un libro canónico del liberalismo económico que es “4 mil años de controles de precios y salarios” y ahí plagia un prólogo de una edición anterior. Esto erosiona el perfil que ha creado que es el que sabe y tiene la información. Lo que me parecía interesante es el grado de credibilidad que tenía una persona que acababa de entrar como diputado en ese momento, si incurre en estas prácticas”.
En ese sentido, cuando avanzaron con la investigación se dieron cuenta de un pasado complejo para Milei en su adolescencia y, según Rodríguez, por ciertas reacciones parece estar estancado en ese punto: “lo agredieron y lo lastimaron mucho en la secundaria y en su casa. Tuvo una infancia difícil con mucha agresividad por parte de su padre que lo castigaba psicológica y físicamente. En el 82, cuando se conoce la noticia de que iríamos a la guerra con Inglaterra por Malvinas y ahí, siendo muy chico, dijo que le parecía un disparate; su padre lo fajó. “Loco” era el nombre que le ponían los compañeros en el colegio que lo acosaban. Se lo molestaba hasta un punto donde reventaba de rabia hasta meter miedo, hay algo de eso que sigue presente, un poco creo que está en el patio del colegio todavía”.