El autor del libro “TC-48: el viaje final de los Cadetes” sobre la desaparición en curiosas circunstancias de un avión que trasladaba a egresados de la Escuela de Aviación Militar, habló en la 99.9 sobre su publicación: “confirma que el avión tocó tierra y no cayó en el agua como se dijo inicialmente”.
El 3 de noviembre de 1965 fue un día trágico para las Fuerzas Armadas argentinas por la desaparición del vuelo TC-48 que llevaba a muchos de la flamante promoción de Cadetes de la Escuela de Aviación Militar y nunca más se supo que pasó con ese vuelo.
Hubo algunas hipótesis iniciales y otros estudios más profundos que no se habían dado a conocer hasta la actualidad. Fue cuando el ex Comodoro de las Fuerzas Armadas, Guillermo Alonso Sarquiz decidió empezar a recopilar datos y hacer un libro al respecto que se llama “TC-48: el viaje final de los Cadetes”.
En diálogo con la 99.9, el autor se refirió a la historia de este enigmático episodio: “durante mi carrera profesional como oficial de aeronáutica, tomé conocimiento de este accidente y comprendí que no lo había dimensionado en cuanto a la tragedia que representaba. Era un misterio la desaparición del avión, se hablaba de una aeronave con dos tercios de la promoción de cadetes desaparecido en el Caribe y que no se había encontrado ningún rastro. No había casi ninguna prueba ni documento”.
A partir de sus primeras investigaciones había un problema claro con los motores del avión y que causaron el problema: “la causal del accidente es una combinación de factores. Como no se encontró la aeronave, no se pudieron hacer peritajes. Lo que se comprobó en documentos que se desclasificaron es que los motores de la aeronave tenían una falla mecánica de origen, de fábrica, en el sistema de combustible que la propia empresa en los años 50 había aconsejado que fuera subsanada con distintas medidas. Estas recomendaciones fueron tomadas por las autoridades de Estados Unidos para ser difundidas. La Fuerza Aérea lo había aplicado al resto de la flota pero en el caso de este avión incorporado recientemente, estaba volando en las mismas condiciones de fábrica”.
Sabiendo todo esto, se aventuró a hacer una recopilación de todo lo que se había podido investigar para rearmar la sucesión de hechos: “la reconstrucción histórica con documentos, testimonios y artículos publicados; abarca desde el año 65 hasta el año 73. Es coincidente con un período de la historia argentina con otro golpe de estado y la restauración democrática del 73. Esta historia del TC-48 tuvo dos primeras investigaciones que atribuyen la caída de la aeronave al mar y no había forma de efectuar un rescate ni sobrevivientes. En el año 66 empieza a haber evidencias de que había alcanzado tierra. Los familiares asumen que la nave estaba perdida en tierras centro americanas, precisamente en Costa Rica, en una región selvática. Hicieron sus propias búsquedas hasta mediados del 68”.
Ahí fue donde todo cambió por una decisión política que permitiría abrir nuevos rumbos: “las autoridades aeronáuticas no colaboraron y luego hostigaron a los familiares. Con un cambio de autoridades en 1968 y las nuevas autoridades ordenan una nueva investigación. En el libro rescato esa tercera investigación que estaba oculta por diversas razones. Llegan a las conclusiones, luego de 3 años de investigación, de que la aeronave habiendo salvado la emergencia inicial de fuego en el motor 3, había alcanzado tierra en el límite entre Costa rica y Panamá. En ese momento, habían adoptado la decisión de regresar a su base de origen en el Canal de Panamá. En ese proceso, la aeronave desapareció en territorio panameño. Eso da un giro a lo que se pensaba hasta entonces”.
Por último, Alonso Sarquiz agrega otro dato importante y es que podría haber sobrevivientes que siguieron adelante con sus vidas en tierras centroamericanas: “hasta hoy en día se discutía si cayó en el mar o en territorio costarricense, pero ahora cambia esa situación. Este informe habla de sobrevivientes. La comisión concluye que al momento del impacto de la aeronave contra el terreno, habría permitida la sobrevida de parte de los ocupantes. Estas personas, durante un tiempo determinado pudieron sobrevivir, pero la aeronave cayó en un sector donde no hubo búsqueda”, remarcó finalmente.
El misterio sobre donde están los restos del avión e incluso si hubo tripulantes que pudieron sobrevivir, continúa, pero ahora con más certezas que dudas sobre ese particular episodio.